Estados Unidos enfrenta señales alarmantes de recesión por guerra comercial de Trump

Estados Unidos enfrenta señales alarmantes de recesión por guerra comercial de Trump

Estados Unidos enfrenta una posible recesión con un PIB proyectado en -2,8% por la guerra comercial de Trump y creciente inflación.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En una drástica aceleración de las tensiones económicas, Estados Unidos enfrenta señales alarmantes de una posible recesión como resultado de la guerra comercial emprendida por la administración de Donald Trump. La Reserva Federal de Atlanta ha pronosticado una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) del país del 2,8% para el primer trimestre del año, una cifra que pone en tela de juicio la robustez de la mayor economía del mundo. Esta proyección se suma a las preocupaciones sobre un repunte de la inflación, que podría alcanzar el 3,7% en los próximos meses, lo que complica aún más el panorama económico. La escalada de la guerra comercial ha sido rápida y contundente. En menos de un mes, Trump ha incrementado la presión arancelaria sobre varios de los principales socios comerciales de Estados Unidos, comenzando con tarifas del 10% a productos chinos y extendiendo recientemente a un 25% en aranceles a Canadá y México. A medida que se acercan más tarifas, la incertidumbre sobre el futuro económico se intensifica, y con ella, las preocupaciones sobre el impacto real en las familias estadounidenses. Un análisis del Peterson Institute for International Economics estima que cada hogar podría enfrentar un costo adicional de 1,200 dólares este año debido a los aranceles establecidos hasta el momento. Este cálculo no toma en cuenta el impacto potencial de las tarifas aún por implementar sobre el acero, el aluminio, y otros productos agrícolas. La promesa de "hacer América rica otra vez" está comenzando a sonar hueca frente a los efectos palpables que estas políticas están teniendo en el bolsillo de los ciudadanos. Además de las implicaciones directas sobre el consumo, los analistas advierten que la incertidumbre en torno a las políticas arancelarias ha alcanzado niveles alarmantes, comparables solo con los momentos más críticos de la pandemia y la crisis financiera global. La volatilidad de las decisiones del presidente Trump añade un grado extra de dificultad para los economistas, que se ven obligados a ajustar constantemente sus previsiones ante cambios inesperados en la política comercial. Por ejemplo, el reciente aumento de aranceles a China, duplicándolos del 10% al 20%, fue sorpresivo y provocó una inmediata respuesta por parte del gobierno chino, que está decidido a proteger sus intereses económicos. Esta dinámica pone en riesgo no solo las relaciones bilaterales, sino también la estabilidad del mercado global, que ya está sintiendo las repercusiones de estos enfrentamientos. Los mercados bursátiles de Wall Street han comenzado a mostrar su nerviosismo ante la posibilidad de una recesión, con índices que están a punto de entrar en zona de corrección. Los inversores están perdiendo la confianza, y la situación es particularmente crítica dado que las promesas de la administración de Trump, que inicialmente impulsaron los mercados, parecen estar desvaneciéndose ante la realidad de la guerra comercial. Los analistas de Singular Bank enfatizan que, con diez bloques arancelarios ya anunciados y solo la mitad de ellos detallados, el panorama es incierto. Las economías de Canadá y México, que dependen en gran medida del comercio con Estados Unidos, están especialmente vulnerables, y se espera que enfrenten pérdidas significativas en sus PIB como resultado de estas políticas agresivas. La inflación también comienza a resurgir como un tema de preocupación. Con un aumento del índice de precios al consumidor a un 3% en enero, los expertos anticipan que esta tendencia continuará, lo que podría llevar a la Reserva Federal a reconsiderar su enfoque monetario. Las proyecciones actuales sugieren que el banco central podría tener que retrasar su calendario para aliviar las tasas de interés, otra señal de que las tensiones comerciales están afectando el equilibrio económico. El impacto de estos cambios es palpable en el empleo, aunque la tasa de desempleo se mantiene por debajo del 4%. Sin embargo, los efectos de los aranceles aún no se han reflejado en las estadísticas laborales, lo que sugiere que el verdadero costo de esta guerra comercial podría tardar en manifestarse plenamente. Finalmente, la situación actual plantea un dilema significativo para la administración de Trump y el futuro de la política económica de Estados Unidos. Con una economía que podría estar tambaleándose hacia una recesión y una inflación que podría complicar aún más el panorama, es evidente que las decisiones tomadas en el ámbito comercial tendrán repercusiones duraderas que podrían definir la trayectoria económica del país en los próximos años.
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