Dimon señala obstáculos económicos en Perú y la necesidad de colaboración pública y privada

Dimon señala obstáculos económicos en Perú y la necesidad de colaboración pública y privada

El director ejecutivo de JPMorgan Chase & Co., Jamie Dimon, dijo el jueves en el marco del foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) en Perú que las amenazas arancelarias del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, “llevarán a la gente a la mesa”, y agregó que espera que se “haga con prudencia”.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Durante el foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) que se lleva a cabo en Lima, Perú, Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase & Co., ofreció un diagnóstico sobre las dificultades económicas que enfrentan países como Perú. En su intervención, Dimon se centró no solo en las dinámicas del comercio internacional, sino también en cómo las regulaciones excesivas pueden estar limitando el crecimiento económico en la región. Su análisis surge en un contexto global marcado por la incertidumbre política tras la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.


Dimon subrayó que las advertencias arancelarias de Trump podrían llevar a negociaciones más exhaustivas y precisas. Afirmó que el nuevo presidente “no está en contra del comercio”, sino que su objetivo es corregir lo que él considera injusticias en el sistema comercial actual. Esta perspectiva resuena particularmente en economías emergentes, donde el crecimiento se ha estancado en cifras que no superan el 2.5%, como es el caso de Perú.


Uno de los puntos clave que mencionó Dimon es la necesidad de colaborar entre el sector público y privado. Argumentó que el entorno regulatorio se ha vuelto asfixiante y que esto es un obstáculo para el crecimiento económico. “Es razonable tener reformas que vayan más allá de las regulaciones”, aseveró, enfatizando la importancia de facilitar la inversión y asegurar un clima de negocios más amigable. Esto podría ser crucial para que economías como la peruana puedan alcanzar tasas de crecimiento más ambiciosas.


El banquero también denunció los prolongados procesos que enfrentan las empresas en la obtención de permisos y licencias. Citó el caso de una mina de tierras raras en Estados Unidos que tarda diez años en obtener las licencias necesarias, lo que consideró "una vergüenza". Este tipo de ineficiencia gubernamental, según Dimon, no solo frustra a los inversores, sino que también alimenta el populismo y la desconfianza en las instituciones.


En su intervención, Dimon no escatimó en elogios hacia cualquier autoridad que busque hacer más eficiente al gobierno. Dijo que la frustración de la gente hacia el gobierno está alimentando un ambiente político volátil, donde las grandes empresas son a menudo las chivo expiatorios de problemas más profundos. Este análisis es especialmente relevante en el contexto peruano, donde la insatisfacción social ha llevado a una serie de crisis políticas en los últimos años.


La presencia de Dimon en APEC también tuvo un trasfondo importante, dado que se trató de su primera aparición pública tras la victoria electoral de Trump. Durante la campaña, Dimon se mantuvo al margen y evitó respaldar a algún candidato. Sin embargo, tras la elección, su tono fue de optimismo, señalando que su empresa está lista para trabajar con la nueva administración.


A pesar de la euforia inicial que siguió a la victoria de Trump, Dimon advirtió que los inversores deben ser cautelosos y sopesar las posibles políticas que el nuevo gobierno implementará. Las acciones de los bancos, incluidas las de JPMorgan, experimentaron un aumento considerable, pero la incertidumbre sobre el futuro de las políticas económicas en Estados Unidos ha hecho que la confianza de los inversores sea más cautelosa.


Dimon también hizo eco de las preocupaciones sobre las tensiones geopolíticas, que él considera más relevantes que la cuestión de un posible aterrizaje suave o duro de la economía estadounidense. Afirmó que el futuro de la libertad y la democracia está intrínsecamente ligado a la geopolítica, y que es crucial abordar estos desafíos de manera efectiva.


En conclusión, el mensaje de Jamie Dimon en APEC resuena con fuerza en un contexto de creciente incertidumbre política y económica. Su llamado a la colaboración entre el sector público y privado, así como su advertencia sobre las regulaciones asfixiantes, son aspectos que no solo son pertinentes para Perú, sino para toda la región. La forma en que los gobiernos manejen estas cuestiones en el futuro cercano podría definir no solo el rumbo de sus economías, sino también la estabilidad de sus sistemas democráticos.

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