Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente Semana de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), celebrada en Perú, ha puesto de manifiesto la intención del país de posicionarse como un actor clave en el ámbito del comercio internacional y la inversión. La presidenta Dina Boluarte, al cerrar el evento, destacó el compromiso de Perú con el diálogo y la generación de consensos, describiendo los días de la cumbre como “arduos pero productivos”, y reafirmando la imagen del país como un destino abierto a la cooperación internacional. Durante este evento, se abordaron temas cruciales como el crecimiento inclusivo y la digitalización, que son esenciales para la economía moderna. Sin embargo, uno de los puntos más destacados fue la inclusión de la informalidad laboral como un tema prioritario en la agenda. En un país donde más del 70% de los trabajadores operan en la informalidad, la presidenta Boluarte subrayó la necesidad de transitar hacia una economía formal que ofrezca mayores garantías y beneficios a la población. La Hoja de Ruta de Lima fue presentada como un entregable clave de esta cumbre, buscando ofrecer un marco de políticas públicas que facilite la transición de la informalidad hacia la formalidad en la región del Asia-Pacífico. Este documento no solo es un paso hacia la formalización laboral, sino que también representa un compromiso regional para abordar un problema que ha persistido por años sin una solución clara. La Declaración de Ichma, que se generó también en el marco de APEC, propone un nuevo enfoque hacia el libre comercio, considerando aspectos contemporáneos como la sostenibilidad y la inclusión. Este tipo de acuerdos no solo busca fomentar el comercio, sino también atender a las necesidades cambiantes de las economías y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. El evento no solo fue un escaparate para discutir problemáticas económicas, sino que también permitió visibilizar proyectos emblemáticos como el megapuerto de Chancay, que promete posicionar a Perú como un hub portuario en la región. Este desarrollo no solo facilitará el comercio con Asia, sino que también puede ser un catalizador para la inversión extranjera y un impulso para la economía local. Adicionalmente, la firma del Tratado de Libre Comercio con Hong Kong y el Protocolo de Optimización con China son hitos que fortalecen la presencia comercial de Perú en el continente asiático. Estos acuerdos abrirán nuevas oportunidades para los exportadores peruanos y facilitarán el acceso a mercados estratégicos. La cumbre también atrajo la atención de líderes mundiales, como la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quienes reconocieron la estabilidad y el crecimiento de la economía peruana. Este reconocimiento puede ser un impulso vital para que más inversionistas vean a Perú como un destino atractivo. A su vez, la colaboración con Estados Unidos se reafirmó con el desembolso de 65 millones de dólares destinados a la lucha contra el narcotráfico, una problemática que ha afectado el desarrollo del país. Esta cooperación es esencial no solo desde el punto de vista de seguridad, sino también para consolidar la confianza internacional en la capacidad del gobierno peruano para gestionar desafíos complejos. Más allá de los encuentros de alto nivel, APEC 2024 también se caracterizó por la realización de numerosos eventos y reuniones que involucraron a diferentes sectores de la sociedad peruana, llevando a cabo 280 eventos internacionales y 11 reuniones ministeriales en varias ciudades del país. Esto no solo amplía el impacto del evento, sino que también incluye a diferentes regiones en la conversación sobre el futuro económico de Perú. En conclusión, la Semana de Líderes de APEC ha sido un momento crucial para que Perú reafirme su compromiso con el crecimiento económico y social, mientras enfrenta el largo camino hacia la formalización de su economía. La implementación de políticas claras y el refuerzo de la cooperación internacional serán vitales para transformar estos compromisos en realidades tangibles que beneficien a todos los peruanos.