Renuncia de José Fernando Romero tras intervención de la SBS a Financiera Credinka

Renuncia de José Fernando Romero tras intervención de la SBS a Financiera Credinka

Fernando Romero, director gerente de Diviso Grupo Financiero, deja su cargo en el directorio de la Bolsa de Valores de Lima (BVL). Ello, tras la intervención la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) a la Financiera Credinka.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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José Fernando Romero ha dejado su puesto como director y presidente del directorio de Cavali, una decisión que surge tras la intervención de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) a la Financiera Credinka. Esta intervención es un reflejo de la crítica situación que enfrenta Credinka, que ha visto un deterioro significativo en su solvencia y patrimonio, lo que ha llevado a la SBS a tomar medidas drásticas para proteger a los depositantes y mantener la estabilidad del sistema financiero.


Diviso Grupo Financiero, del cual Romero es director gerente, es el propietario de Credinka. Los estatutos de Cavali establecen que aquellos que estén en una situación de insolvencia o intervención no pueden formar parte de su directorio, lo que obligó a Romero a renunciar a su cargo en la entidad que supervisa la compensación y liquidación de valores en el país. La salida de Romero marca un cambio significativo en la dirección de Cavali, una institución que ocupa un lugar fundamental en el sistema financiero peruano.


La intervención de Credinka, anunciada hoy, responde a la alarmante disminución del patrimonio de la entidad, que ha caído un 59.53%. Este hecho es preocupante no solo para los stakeholders de la financiera, sino también para el sector microfinanciero en general, donde Credinka ha desempeñado un papel importante. En los últimos años, la financiera ha reportado pérdidas netas significativas: S/ 50.9 millones en 2021, S/ 36.0 millones en 2022 y S/ 38.7 millones en 2023, lo que ha llevado a cuestionar su viabilidad a largo plazo.


La SBS ha decidido actuar y ha convocado a un concurso por invitación para subastar un bloque patrimonial de activos y pasivos de Credinka. Este proceso incluirá tanto los créditos como los depósitos, ofreciendo una oportunidad para que otros actores del sector se incorporen y asuman los riesgos asociados con la entidad. La intervención, aunque necesaria, plantea interrogantes sobre el futuro de los depositantes y los trabajadores de Credinka, que se encuentran en una situación de incertidumbre.


Cavali, por su parte, continúa siendo una de las instituciones clave en el sistema financiero peruano, encargándose del registro, custodia, compensación y liquidación de valores, así como de instrumentos de emisión no masiva. La salida de Romero, quien estuvo a la frente de la entidad durante un período crítico, genera expectativas sobre quién ocupará su lugar y cómo se manejarán los desafíos en el futuro.


El papel de Cavali es crucial en la confianza del mercado, y las decisiones que se tomen en este momento pueden tener repercusiones a largo plazo en la estabilidad del sector financiero. La situación de Credinka podría ser un llamado de atención para otras instituciones en el ámbito microfinanciero, que podrían verse afectadas si no toman medidas preventivas ante la posible acumulación de pérdidas.


La intervención de la SBS a Credinka también resalta la importancia de la regulación en el sector financiero. Las medidas tomadas por la superintendencia buscan salvaguardar no solo los intereses de los depositantes, sino también la integridad del sistema financiero en su conjunto. La situación reciente plantea la necesidad urgente de revisar las políticas de riesgo y gobernanza en las entidades microfinancieras para evitar situaciones similares en el futuro.


En conclusión, la renuncia de José Fernando Romero y la intervención de Credinka son eventos que marcan un momento crítico para el sector financiero peruano. La situación subraya la importancia de la supervisión regulatoria y la necesidad de que las entidades operen de manera sostenible. A medida que avanza el proceso de intervención, los ojos estarán puestos en cómo se desarrollan las negociaciones y qué medidas se implementarán para restaurar la confianza en Credinka y en el sistema microfinanciero en general. La adaptación a estos cambios será fundamental para determinar el camino a seguir en un entorno económico cada vez más desafiante.

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