Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La próxima semana, Lima será el epicentro de la diplomacia global, cuando los líderes de las 21 economías más grandes del mundo se reúnan para la Cumbre APEC 2024. En este contexto, la visita del presidente chino, Xi Jinping, está generando gran expectación, especialmente por su participación en el evento que promete fortalecer las relaciones comerciales y diplomáticas entre Asia-Pacífico y América Latina. Uno de los momentos más esperados de su agenda será la inauguración del Megapuerto de Chancay, un ambicioso proyecto que simboliza la creciente influencia de China en la región. Xi Jinping llegará a Perú el 14 de noviembre, donde se encontrará con la presidenta Dina Boluarte. Este encuentro no solo marcará un hito en las relaciones bilaterales, sino que también será un punto de partida para discutir la importancia de la inversión china en la infraestructura peruana. La conversación se centrará en cómo estas inversiones pueden ser un motor para el desarrollo económico del país y para el fortalecimiento del comercio bilateral. Sin embargo, a pesar de las expectativas, se ha confirmado que la inauguración del Megapuerto de Chancay ocurrirá en Lima y no en el propio puerto, lo que ha dejado algunas interrogantes sobre la logística del evento. La ceremonia está programada para el mismo día que Xi Jinping se reunirá con Boluarte, lo que podría limitar su capacidad para participar directamente en la inauguración del puerto. No obstante, su presencia en la cumbre y en la ceremonia resalta la importancia del Megapuerto como un elemento clave en la estrategia de expansión de China en América Latina. El Megapuerto de Chancay es visto como un punto estratégico para el comercio, que facilitará el flujo de mercancías entre Asia y el continente sudamericano. Este puerto tiene el potencial de convertirse en uno de los más importantes de la región, lo que podría posicionar a Perú como un hub logístico en el Pacífico. La inversión china en este proyecto es indicativa de un interés continuo por parte de Beijing para afianzar sus lazos comerciales en América Latina, un continente que ha sido históricamente influenciado por intereses estadounidenses. La agenda de APEC no solo incluye a Xi Jinping, sino también a otros líderes mundiales, como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien también asistirá a las reuniones. Biden se reunirá con Boluarte para discutir temas de interés mutuo, lo que refleja la creciente competencia por influencia en la región entre Estados Unidos y China. Este contexto resalta la importancia de la cumbre no solo como un foro de cooperación económica, sino también como un espacio para la geopolítica global. La Semana de Líderes de APEC 2024 se extenderá del 12 al 17 de noviembre, con una agenda repleta de actividades y reuniones bilaterales. Entre los otros líderes que participarán se encuentran el Sultán de Brunéi, el primer ministro de Malasia y el presidente de Corea del Sur, lo que demuestra la diversidad de intereses y la relevancia del foro en la agenda internacional. La participación de figuras tan influyentes como Xi Jinping y Joe Biden en APEC 2024 subraya la importancia de la cumbre para definir las relaciones comerciales y diplomáticas en los próximos años. La presencia de estos líderes junto a Boluarte pone de manifiesto la posición de Perú como un actor clave en la dinámica de la región. Los desafíos que enfrenta Perú, incluyendo cuestiones económicas y sociales, estarán en el centro de atención. La posibilidad de atraer inversiones extranjeras, especialmente chinas, podría ser un elemento crucial para el desarrollo del país, pero también plantea preguntas sobre la dependencia económica y los términos de tales inversiones. En este contexto, la inauguración del Megapuerto de Chancay no solo es un evento de infraestructura, sino un símbolo de la interconexión económica que se está forjando entre Perú y China. La mirada del mundo estará puesta en Lima, donde se definirán no solo acuerdos comerciales, sino también el rumbo que tomarán las relaciones internacionales en una era de creciente competencia entre potencias. La cumbre APEC 2024 podría ser, por lo tanto, un punto de inflexión en el equilibrio de poder en la región y más allá.