
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




La Bolsa de Valores de Lima (BVL) atraviesa un momento de debilidad en comparación con sus pares latinoamericanos, un fenómeno que ha captado la atención de analistas y economistas en el inicio del 2025. Mientras las principales bolsas de la región muestran un crecimiento significativo, la BVL reporta una caída del 1.43% al cierre de febrero. Este comportamiento divergente ha suscitado preguntas sobre las causas subyacentes y las implicaciones para el futuro económico del país. En contraste con la BVL, la bolsa colombiana destaca con una impresionante escalada del 23.52% en dólares, mientras que otras plazas, como las de Chile, México y Brasil, también han registrado incrementos notables: 13.20%, 7.35% y 7.27%, respectivamente. Esta diferencia en el rendimiento plantea interrogantes sobre la competitividad de la bolsa peruana y los factores que podrían estar influyendo en su desempeño. Marco Mejía, analista senior de inversiones de Kallpa SAB, ha señalado que uno de los sectores que ha contribuido a este rezago son las acciones de servicios públicos, que han mostrado un comportamiento a la baja en la BVL. A pesar de esto, Mejía destacó que los sectores industrial, financiero y minero continúan siendo pilares fundamentales para la plaza limeña, sugiriendo que existe potencial en estas áreas para revertir la tendencia negativa. Un ejemplo notable es el caso de Alicorp, una de las empresas más representativas del país, cuyas operaciones han mostrado un sólido desempeño, superando los 500 millones de dólares en ebitda. Este tipo de resultados resalta la capacidad de ciertas compañías para adaptarse y prosperar en un entorno complicado, ofreciendo una perspectiva más optimista en medio de un panorama desafiante. No obstante, Mejía subrayó que el rezago de la BVL se vincula en gran medida con las condiciones macroeconómicas actuales. En particular, hizo hincapié en los riesgos asociados a la política comercial de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, así como la guerra comercial entre EE.UU. y China. Estos factores podrían tener un impacto directo en la demanda de cobre, el principal producto de exportación de Perú, afectando las expectativas de las empresas mineras que dependen de dicho mercado. A pesar de estos desafíos, el analista proyectó que las utilidades de las empresas que cotizan en la BVL podrían experimentar un crecimiento del 10% al 15% durante el año, en línea con las expectativas de crecimiento en utilidades. Este pronóstico sugiere que, aunque la bolsa se encuentra en una fase de ajuste, existen fundamentos que podrían permitirle recuperar su ritmo en el futuro cercano. Además, Mejía mencionó que el panorama político del país, con la proximidad de las elecciones, también tendrá un impacto en las expectativas de inversión privada, lo que a su vez podría influir en el desempeño de la BVL. La incertidumbre política suele desincentivar la inversión, lo que puede perpetuar el ciclo de rezago en el que se encuentra actualmente la bolsa peruana. La situación actual de la BVL, marcada por el contraste con el crecimiento de otras bolsas en la región, invita a reflexionar sobre los desafíos que enfrenta el Perú en su camino hacia una mayor competitividad. La interconexión entre factores económicos, políticos y sociales se manifiesta de manera palpable en el desempeño de los mercados, y entender estas dinámicas será crucial para los inversionistas y analistas en los meses venideros. A medida que el año avanza y se desarrollan los acontecimientos en el ámbito político y económico, los inversores y analistas estarán atentos a cómo la BVL navega estos desafíos. La capacidad para adaptarse a un entorno complejo y la resiliencia de los sectores clave serán determinantes para la recuperación y el crecimiento de la bolsa peruana en el futuro.