Crecimiento económico en Perú: sectores en alza y otros en declive

Crecimiento económico en Perú: sectores en alza y otros en declive

El ministro de Economía José Arista hizo un balance sobre el reciente resultado del PBI que creció en noviembre 3,93%, pero con una caída sostenida del sector financiero y seguros.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

El panorama económico en Perú presenta un marco de contrastes, según los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y las declaraciones del titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), José Arista. Mientras que la economía del país ha mostrado un crecimiento notable del 3,93% en noviembre de 2024, acumulando así ocho meses consecutivos de expansión, hay sectores que aún se encuentran en declive, marcando una divergencia en el rendimiento económico.


Arista destacó con satisfacción los resultados recientes, señalando que este crecimiento es el más significativo desde julio de 2024. La dinámica positiva se ha visto impulsada principalmente por sectores como la pesca y la manufactura primaria. La pesca experimentó un crecimiento del 17,6%, vinculado al inicio de la segunda temporada de pesca de anchoveta en la zona norte-centro del país. Por su parte, la manufactura primaria aumentó un relevante 18,1%. Este impulso en la actividad económica es un indicio esperanzador, aunque no todos los sectores han logrado seguir este camino ascendente.


El sector agropecuario también contribuyó positivamente, con un crecimiento del 12,4%, gracias al aumento en las cosechas dirigidas al mercado externo, especialmente en productos como los arándanos. Este éxito en la agricultura es un aliciente en un entorno donde otras industrias enfrentan desafíos significativos. "El crecimiento de la agricultura es bueno porque tenemos un superávit en nuestra balanza comercial de US$2.000 millones al año", enfatizó Arista, lo que a su vez ayuda a mantener la estabilidad del dólar y a incrementar las reservas internacionales.


Sin embargo, la situación no es tan alentadora para todos los sectores. La minería, un pilar tradicional de la economía peruana, reportó una caída del 4% en comparación con el mismo mes del año anterior. Arista atribuyó este decrecimiento a que muchas minas se encontraban en mantenimiento, lo que ha afectado su producción y, por ende, su contribución al crecimiento económico nacional. Este hecho resalta la vulnerabilidad del sector minero frente a factores operativos que pueden desestabilizar su rendimiento.


Aún más preocupante es el desempeño del sector financiero y de seguros, que ha estado en números rojos durante todo el año. Este sector, crucial para la intermediación financiera y el acceso al crédito, se enfrenta a una tasa de interés real que se encuentra en su nivel más alto en dos décadas. Arista no dudó en señalar que esta situación ha repercutido en el mercado crediticio, afectando la disponibilidad de financiamiento tanto para empresas como para consumidores.


La elevada tasa de interés ha sido un tema recurrente en el debate económico, generando inquietud entre los actores del mercado. Muchos analistas sugieren que esta situación podría limitar la inversión y el crecimiento en el sector real, lo que a su vez podría frenar el impulso económico que se ha logrado en otros ámbitos. La interconexión entre los sectores financieros y productivos es evidente, y las decisiones de política monetaria serán clave para determinar el futuro inmediato.


A pesar de estos desafíos, el titular del MEF se mostró optimista sobre el potencial de la economía peruana. El superávit en la balanza de pagos y el incremento en las reservas internacionales, que alcanzan los US$82.192 millones, son señales de una economía que, a pesar de las turbulencias, tiene fundamentos sólidos. Este superávit proporciona un colchón que puede ayudar a mitigar el impacto de las crisis sectoriales y a mantener la estabilidad macroeconómica.


La incertidumbre en el panorama global y los efectos de la política interna seguirán siendo factores a considerar en los próximos meses. Arista reiteró la importancia de mantener un ciclo económico positivo, y aunque los datos actuales son alentadores, el país debe estar preparado para afrontar los retos que surgen de sectores en declive. La capacidad de respuesta del gobierno y las políticas adoptadas en torno a la tasa de interés serán determinantes en el futuro próximo.


En conclusión, Perú se encuentra en una encrucijada, donde el crecimiento en ciertos sectores contrasta con el estancamiento en otros. Las decisiones que se tomen en el corto plazo serán cruciales para garantizar que la economía continúe su trayectoria ascendente. La colaboración entre los sectores público y privado, así como una política económica responsable, serán esenciales para fomentar un entorno en el que todos los sectores puedan prosperar y contribuir al bienestar del país.

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