Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un giro inesperado en las relaciones comerciales de América Latina y los Estados Unidos, un alto asesor del expresidente Donald Trump ha propuesto un arancel del 60% a los productos que transiten por el recién inaugurado Megapuerto de Chancay, en Perú. La propuesta, lanzada durante la ceremonia de apertura del puerto el pasado 14 de noviembre, ha suscitado un debate ferviente entre políticos y empresarios de la región. Este incremento en los aranceles podría cambiar las dinámicas comerciales en el Pacífico, especialmente para aquellos países que dependen en gran medida de sus puertos para el comercio internacional. Mauricio Claver-Carone, quien se desempeñó como director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional durante el gobierno de Trump, argumentó que esta medida busca contrarrestar la influencia china en la infraestructura portuaria de la región. En su intervención, Claver-Carone fue contundente al señalar que “cualquier producto que pase por Chancay o cualquier puerto de propiedad o controlado por China en la región debería estar sujeto a un arancel del 60%, como si el producto fuera de China”. Sus declaraciones han encendido las alarmas entre los gobiernos y las empresas que operan a lo largo de la costa del Pacífico. La inauguración del Megapuerto de Chancay, que contó con la presencia de líderes internacionales como el presidente de China, Xi Jinping, y la presidenta peruana, Dina Boluarte, marcó un hito importante en el desarrollo portuario de Perú. Con una inversión de 1.300 millones de dólares, el megaproyecto busca posicionar a Perú como un centro logístico clave que conecte directamente Sudamérica con Asia, generando así una significativa reducción en los tiempos de transporte. Esta iniciativa ambiciosa ha sido considerada por muchos como un avance crucial para el comercio en la región. Sin embargo, la propuesta de Claver-Carone ha generado preocupación sobre cómo afectará las relaciones comerciales entre Perú y otros países, especialmente aquellos en Asia y Sudamérica. Aunque aún no se ha definido el impacto exacto de los aranceles propuestos, expertos en comercio internacional han advertido sobre las consecuencias adversas que podrían surgir si se implementan. La posibilidad de que productos esenciales se encarezcan podría tener repercusiones directas en los consumidores y las empresas que dependen de estos bienes. El Megapuerto de Chancay no solo representa una inversión significativa en infraestructura, sino que también podría modificar el equilibrio de los puertos en la región. Analistas han señalado que Chile, que cuenta con puertos estratégicos como San Antonio, podría enfrentar desafíos frente a esta nueva competencia. Sin embargo, algunos líderes del sector portuario chileno han minimizado la amenaza, afirmando que el puerto peruano debería ser visto como parte de una red regional que podría beneficiarlos a todos al permitir la llegada de naves de mayor tamaño. A pesar de estas afirmaciones optimistas, la incertidumbre sobre cómo se desarrollarán las relaciones comerciales en el futuro persiste. Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio de Chile, expresó su inquietud respecto a la situación. Mewes subrayó que la inversión china en el puerto de Chancay ha llevado a Perú a una posición de ventaja en términos de modernización y capacidad operativa, lo que podría poner a los puertos chilenos en una desventaja competitiva. El contexto de la reunión de APEC 2024 añade una capa extra de complejidad a la situación. La cumbre traerá a líderes de diversas economías, y el tema de comercio internacional estará en la agenda. Los países presentes habrán de discutir no solo las relaciones existentes, sino también cómo abordar nuevas propuestas que podrían alterar las dinámicas comerciales fundamentales en la región. La propuesta de aranceles elevada es solo una de las muchas medidas que pueden surgir en un entorno comercial volátil, y su implementación podría desencadenar represalias de otros países que se verían afectados. Con la economía global aún recuperándose de los efectos de la pandemia, las tensiones comerciales son más delicadas que nunca, y cualquier cambio puede provocar un efecto dominó en las relaciones económicas internacionales. La situación exige un análisis cuidadoso y una respuesta estratégica de parte de los gobiernos de la región. La colaboración y el diálogo serán esenciales para navegar por este nuevo panorama, y será crucial observar cómo se desarrollan las conversaciones en la cumbre de APEC y más allá. El Megapuerto de Chancay, con su potente capacidad y su conexión directa con Asia, podría convertirse en un factor decisivo en el comercio regional, siempre y cuando se maneje adecuadamente el ambiente de aranceles y restricciones comerciales propuesto.