La Reserva Federal se mantiene cautelosa ante tensiones comerciales y economía incierta

La Reserva Federal se mantiene cautelosa ante tensiones comerciales y economía incierta

La Reserva Federal de EE. UU. mantiene tipos de interés estables en un contexto económico incierto, priorizando la cautela y el análisis.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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La Reserva Federal de Estados Unidos se encuentra en un momento crucial en la revisión de su política monetaria, y el mantra del presidente Jerome Powell es claro: “Esperar y observar”. Este enfoque, que se ha vuelto predominante, refleja la cautela del banco central ante la compleja situación económica actual, exacerbada por la guerra comercial iniciada por la administración de Donald Trump. Durante las reuniones programadas para hoy y mañana, se espera que los gobernadores de la Fed mantengan sin cambios los tipos de interés en la horquilla entre el 4,25% y el 4,5%, lo que marcaría la segunda pausa en el año. La decisión de mantener los tipos de interés se sustenta en una serie de indicadores económicos que, aunque mixtos, todavía muestran cierta solidez. Por ejemplo, en febrero, la tasa de desempleo se mantuvo en un 4,1%, lo que representa una ligera mejora respecto al desempleo registrado en noviembre de 2016, cuando Trump asumió la presidencia. Además, la inflación ha cedido terreno, cerrando en un 2,8%, aunque aún lejos del objetivo del 2% que se ha fijado la Fed. Esta combinación de cifras permite a Powell y su equipo adoptar una postura cautelosa en lugar de apresurarse a realizar recortes en los tipos. Sin embargo, las tensiones derivadas de la guerra comercial siguen generando incertidumbre en la economía estadounidense. La Fed de Atlanta ha alertado sobre una posible contracción del PIB del 2,8% para el primer trimestre, lo que pone de manifiesto los riesgos asociados a las tensiones comerciales y su impacto en el crecimiento económico. Este panorama ha llevado a muchos inversores y analistas a seguir de cerca las previsiones que la Fed publicará en los próximos días, con la esperanza de que se aclare la dirección futura de la economía. Gilles Möec, economista jefe de AXA, ha anticipado que la Fed podría recortar sus previsiones de crecimiento del PIB y ajustar al alza sus expectativas de inflación. En este contexto, la cautela se convierte en una constante. Powell se muestra reacio a seguir los pasos de otros bancos centrales, como el Banco Central Europeo, que han adoptado políticas más agresivas en respuesta a sus propias crisis económicas. La divergencia en las políticas monetarias entre ambos lados del Atlántico podría acentuarse en las próximas semanas. En este sentido, la presión proveniente de la Casa Blanca, donde Trump ha instado a la Fed a bajar los tipos de interés para impulsar la economía, no parece influir en la decisión de Powell. El presidente de la Fed ha dejado claro que no actuará sin que los datos económicos justifiquen una medida tan drástica como un recorte significativo de los tipos. Esta postura ha sido respaldada por muchos analistas, que consideran que es fundamental que la Fed actúe con base en indicadores económicos sólidos. Uno de los grandes interrogantes que se plantean en el ámbito financiero es cuántos recortes de tipos se prevén para el resto del año. Algunos analistas sugieren que la Fed podría implementar entre dos y tres recortes en lo que queda de 2023. La gestión de las expectativas es fundamental, y el futuro inmediato dependerá en gran medida de la evolución de la política fiscal y de cómo afecten los aranceles a la economía. La gestora Natixis ha expresado su previsión de que la Fed realice tres recortes de 25 puntos básicos cada uno, programados para junio, septiembre y diciembre. Esta estrategia, de confirmarse, sería interpretada como una señal positiva por los mercados, que buscan un entorno más amigable para la inversión en medio de la volatilidad económica. En conclusión, la Reserva Federal se encuentra en una encrucijada, donde la prudencia y la observación se han convertido en principios rectores. Aunque la situación económica actual ofrece luces y sombras, la determinación de Powell de no ceder ante las presiones externas resalta la necesidad de un análisis cuidadoso y fundamentado antes de realizar ajustes en la política monetaria. La próxima reunión será un evento crucial para dilucidar el rumbo que tomará la Fed en un entorno marcado por la incertidumbre global.

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