Rearme de la UE: ¿Oportunidad económica o carga para los presupuestos?

Rearme de la UE: ¿Oportunidad económica o carga para los presupuestos?

La UE aumentará su inversión en defensa, lo que genera debate sobre su impacto económico. Se prevé que esto revitalice la industria y el PIB europeo.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Economía y Finanzas HACE 22 HORAS

La reciente decisión de la Unión Europea de incrementar su inversión en defensa ha suscitado un intenso debate sobre su posible impacto en la economía del euro. Con el telón de fondo de un crecimiento anémico en los últimos años, la UE se enfrenta a la imperiosa necesidad de revitalizar su industria y competir en un mundo donde la tecnología y la energía son claves para la prosperidad económica. La urgencia de este rearme se ha visto acentuada por la percepción de inseguridad en el continente, especialmente a la luz de las tensiones geopolíticas y las amenazas híbridas que plantea tanto Rusia como otros actores no estatales. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto que los Estados Miembros eleven su gasto en defensa al 1,5% del PIB, lo que equivaldría a un desembolso de aproximadamente 650.000 millones de euros. Este impulso financiero, respaldado por la oferta de préstamos adicionales de 150.000 millones de euros para la compra de material y tecnología producida en Europa, representa una oportunidad significativa para revitalizar la economía. Las estimaciones iniciales sugieren que esta inyección de capital podría traducirse en un aumento de hasta seis décimas en el crecimiento del PIB europeo en los próximos dos años. Sin embargo, el panorama no es tan sencillo. A pesar de las perspectivas optimistas, el sector de la industria armamentística europea enfrenta desafíos considerables. Tras tres años de guerra en Ucrania, la capacidad de producción para satisfacer una demanda creciente puede ser limitada. Esto plantea la interrogante de si el rearme realmente podrá generar el impulso económico esperado o si, por el contrario, se convertirá en una carga para los presupuestos nacionales sin un retorno adecuado de inversión. Alemania, país que ha liderado el camino en cuanto a planes de defensa, ha anunciado la creación de un fondo de 500.000 millones de euros para financiar tanto la defensa como la infraestructura durante la próxima década. Según el Instituto de Kiel de Investigación Económica, este mayor gasto podría ofrecer un impulso estructural a la economía alemana, aunque se prevé que los efectos positivos no se materialicen antes de 2026. Esta situación destaca una dependencia crítica entre el gasto en defensa y la salud general de la economía, lo que podría complicar las proyecciones de crecimiento. En contraste, España, que ha mostrado un crecimiento notable en la zona euro post-COVID, se enfrenta a restricciones fiscales que podrían limitar su capacidad para aumentar el gasto en defensa. El Banco de España ha advertido que, para incrementar dicho gasto, será necesario ajustar otras partidas del presupuesto, una tarea que ya ha encontrado resistencia en el Parlamento. Esto plantea un dilema para el presidente Pedro Sánchez, quien deberá equilibrar el impulso económico con la necesidad de mantener la confianza de los mercados. Expertos como Isabelle Mateos, economista jefe de BNP Paribas, proponen la creación de un banco multilateral de rearme, como una herramienta para facilitar el aumento del gasto en defensa sin presionar sobre la deuda soberana de los países. Esta iniciativa podría ser clave para sortear los obstáculos políticos y financieros que enfrentan naciones como España, Francia e Italia en su esfuerzo por modernizar sus fuerzas armadas. No obstante, la efectividad de estas medidas dependerá en gran medida de la capacidad de los países de la UE para coordinar sus esfuerzos y fijar prioridades claras en el ámbito de la defensa. La falta de una estrategia común ha sido un obstáculo persistente, y el rearme podría ser una oportunidad para resolver estas diferencias y unir a la UE en un objetivo compartido. El impacto económico del rearme, por tanto, no será homogéneo en toda la región. Mientras que algunos países como Alemania pueden beneficiarse más rápidamente de esta tendencia, otros como España y Francia podrían tener que lidiar con restricciones que limiten los beneficios. La clave estará en encontrar un equilibrio que permita a todos los Estados Miembros sacar partido de la inversión en defensa, al mismo tiempo que se evita un aumento insostenible de la deuda. En conclusión, el rearme de la UE podría ser un revulsivo para la economía del euro, pero su éxito dependerá de la capacidad de coordinación y colaboración entre los Estados Miembros. Si se implementa de manera efectiva, podría no solo fortalecer la seguridad del continente, sino también revitalizar su industria y mejorar sus perspectivas económicas en un mundo cada vez más competitivo. La próxima década será crucial para determinar si la inversión en defensa puede ser realmente el motor de crecimiento que Europa necesita.

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