Europa 2025: Resurgimiento de las small caps como motor de inversión clave

Europa 2025: Resurgimiento de las small caps como motor de inversión clave

El 2025 podría ser clave para Europa, donde las pequeñas empresas atraen inversiones gracias a un entorno favorable y valoraciones atractivas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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El año 2025 se perfila como un punto de inflexión para Europa, un continente que, tras haber quedado rezagado en términos económicos frente a su homólogo estadounidense, ha comenzado a atraer la atención de los inversores. La combinación de valoraciones bajas, un ciclo de rebajas de tipos de interés impulsado por el Banco Central Europeo (BCE), y un ambiente de inflación controlada, han creado una ventana de oportunidad única para la inversión, especialmente en el segmento de las pequeñas empresas o 'small caps'. Estas empresas, esenciales en la estructura económica de Europa, están ahora en el centro de un resurgimiento prometedor. Durante el año 2024, muchas de ellas sufrieron caídas en sus valoraciones, consecuencia de la incertidumbre económica que ha afectado a varios sectores. Sin embargo, es precisamente esta situación la que las ha colocado en una posición privilegiada para beneficiarse de las condiciones actuales del mercado. Con un entorno de financiación más accesible y un renovado enfoque en la sostenibilidad y digitalización, las small caps están bien posicionadas para liderar la recuperación económica en el Viejo Continente. Este contexto se torna aún más atractivo si se comparan las dinámicas del mercado europeo con las de Estados Unidos. La llegada de Donald Trump a la presidencia ha generado un clima de incertidumbre en la economía americana, donde los riesgos de inflación y la dirección futura de la Reserva Federal están causando inquietud. En contraste, el BCE tiene un margen más amplio para continuar con su política de reducción de tipos, lo que proporciona un respaldo a la recuperación económica en Europa. Esta divergencia en la política monetaria y las condiciones del mercado se traduce en un entorno más favorable para las inversiones en el continente europeo. A pesar de los retos que enfrenta Europa, como la incertidumbre política en Francia y las elecciones en Alemania, hay elementos que indican un potencial crecimiento. Un modesto estímulo fiscal en Alemania podría servir como un catalizador positivo, siempre que se superen las dudas políticas. Estas medidas, junto con las recomendaciones del Informe de Competitividad de Mario Draghi, están sentando las bases para un entorno más resiliente que beneficiará especialmente a las pequeñas empresas. La estrategia de diversificación geográfica se vuelve crucial en este contexto. Mientras que Estados Unidos enfrenta riesgos crecientes en sus valoraciones, con índices bursátiles en niveles históricos, las small caps europeas presentan una opción más equilibrada en términos de rentabilidad y riesgo. Este atractivo binomio resulta esencial para aquellos inversores que buscan diversificar sus carteras y minimizar la exposición a correcciones potenciales en el mercado estadounidense. El mercado de renta fija también respalda esta perspectiva positiva para las pequeñas empresas. Con niveles de endeudamiento empresarial relativamente bajos y una demanda sólida de crédito, las condiciones para la financiación son favorables. Esto se traduce en un carry atractivo en el segmento de investment grade, convirtiéndose en una herramienta clave para los inversores interesados en diversificar y protegerse de episodios de volatilidad en los mercados. En el horizonte, Europa enfrenta desafíos significativos, pero también cuenta con catalizadores que podrían reforzar su atractivo. La estabilización de tensiones geopolíticas y los estímulos fiscales en economías clave como China podrían contribuir al crecimiento de los mercados europeos. Internamente, las reformas estructurales promovidas por la Comisión Europea, junto con el apoyo continuo del BCE, están creando un entorno más competitivo que beneficia a las empresas del continente. El año 2025 será crucial para la Unión Europea, donde las pequeñas empresas, que han estado subrepresentadas en las carteras internacionales, tienen la oportunidad de recuperar su protagonismo. La combinación de valoraciones atractivas y un entorno más propicio para la inversión las convierte en una opción esencial para aquellos que buscan captar el potencial de recuperación en Europa. El interés por las small caps europeas no es simplemente una estrategia financiera; es también una visión a futuro. La historia reciente muestra que, cuando los flujos de inversión se dirigen a la región, los activos europeos tienden a revalorizarse considerablemente. Según la Asociación Europea de Gestión de Fondos y Activos (EFAMA), los activos gestionados en Europa alcanzaron un nuevo récord, lo que refleja la confianza creciente de los inversores en el continente. Finalmente, en el mercado nacional, las gestoras han demostrado un desempeño sobresaliente, con un patrimonio bajo gestión que ha crecido de manera significativa. Este aumento se debe en parte a las fuertes entradas de capital, lo que reafirma la capacidad de las empresas pequeñas para captar el interés del mercado. Ante este panorama, la apuesta por estas empresas no solo es lógica desde una perspectiva financiera, sino que representa una oportunidad estratégica hacia un futuro más brillante en la economía europea.

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