El turismo español enfrenta retos y oportunidades en su camino hacia el crecimiento sostenible

El turismo español enfrenta retos y oportunidades en su camino hacia el crecimiento sostenible

El turismo en España muestra un crecimiento sólido, pero enfrenta retos de sostenibilidad y adaptación a nuevas demandas del mercado.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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El sector turístico español se encuentra en un momento crucial, en el que las cifras de visitantes y el impacto económico parecen indicar un camino de crecimiento sólido. Sin embargo, este auge no viene sin sus desafíos. A medida que se celebra la Feria Internacional de Turismo (Fitur), se hace evidente que, aunque el año pasado se registraron cerca de 95 millones de visitantes a España, lo que podría impulsar el turismo más allá de los 100 millones en 2025, es fundamental prestar atención a la reputación del turismo español y a las nuevas dinámicas del mercado. El turismo ha sido un pilar fundamental para la economía española, representando aproximadamente el 12,3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2023. Se prevé que esta cifra aumente un poco más con datos definitivos del año pasado, lo que muestra la importancia del sector en la economía nacional. Sin embargo, la proyección de una desaceleración económica en 2025, con un crecimiento que podría bajar al 2%, sugiere que el sector debe ser proactivo en la búsqueda de nuevas estrategias que le permitan continuar su crecimiento. La estabilización del índice de precios al consumo (IPC) es un signo positivo, ya que puede favorecer el consumo en Europa, lo que influiría directamente en el sector turístico. No obstante, no se puede pasar por alto la situación del Reino Unido, principal emisor de turistas hacia España, que enfrenta desafíos económicos que podrían afectar el flujo de visitantes. A pesar de la revalorización de la libra, que inicialmente favoreció el turismo británico, las dificultades económicas del país podrían tener repercusiones en el futuro próximo. Además de los números macroeconómicos, los indicadores del sector turístico apuntan a un año notable. Con más de 309 millones de pasajeros en los aeropuertos españoles y un ingreso medio por habitación que supera los niveles prepandémicos, el sector parece estar en un camino de recuperación y crecimiento. Sin embargo, no se debe perder de vista que este crecimiento debe ir acompañado de una oferta turística de calidad y una atención especial a la sostenibilidad. La tendencia hacia un turismo menos estacional y más diversificado es alentadora. La creciente demanda de turismo rural y cultural muestra que los viajeros están interesados en experiencias más allá del tradicional sol y playa. La mejora en la ocupación hotelera y el aumento de plazas en hoteles de 4 y 5 estrellas son indicativos de que el mercado se está adaptando a estas nuevas demandas. El interés creciente de mercados como el estadounidense y el latinoamericano, así como el Sudeste asiático y Australia, refuerza la idea de que España está bien posicionada para atraer a un turismo más premium, que busca calidad en lugar de cantidad. Esto se traduce en un enfoque que prioriza la rentabilidad a largo plazo sobre el aumento masivo de visitantes. Sin embargo, la preocupación de los viajeros por la masificación en ciertos destinos plantea un reto que debe ser abordado de inmediato. Los empresarios del sector son conscientes de que la masificación puede perjudicar la experiencia del viajero, por lo que están dispuestos a limitar el número de visitantes en favor de un turismo más sostenible y de calidad. En este sentido, es crucial repensar la oferta turística para mantener el atractivo de España frente a un panorama internacional cada vez más competitivo. La tecnología y la inteligencia artificial se presentan como herramientas clave para enfrentar estos desafíos. La implementación de nuevas tecnologías puede mejorar significativamente la experiencia del cliente, optimizar la gestión de precios y anticipar tendencias de consumo. Además, la retención del talento y la seguridad, tanto en destinos turísticos como en el ámbito digital, son aspectos que no deben ser descuidados. A medida que se desarrollan estas dinámicas, la reputación de la marca España se convierte en un activo invaluable. La forma en que se percibe el turismo español influye en la decisión de los viajeros de elegir nuestro país como destino. La atención al cliente, la sostenibilidad y la calidad del servicio son factores que impactan directamente en la experiencia del viajero y, por ende, en la reputación del sector. Por todo esto, el futuro del turismo en España depende no solo de las cifras, sino de la capacidad de adaptarse a las nuevas exigencias del mercado y de construir una imagen sólida y atractiva que invite a los viajeros a seguir eligiendo nuestro país como destino. La combinación de una estrategia centrada en la calidad, el uso de tecnología avanzada y un enfoque en la sostenibilidad será clave para asegurar que el turismo siga siendo uno de los motores económicos más importantes de España.

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