Crecimiento del 2,1% en la economía vasca refleja oportunidades y desafíos futuros

Crecimiento del 2,1% en la economía vasca refleja oportunidades y desafíos futuros

La economía vasca creció un 2,1% en 2023, con aumento del empleo del 1,8%, aunque enfrenta desaceleración respecto a España.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

La economía vasca ha cerrado el año con un crecimiento del 2,1%, según las cifras avanzadas por Eustat, el Instituto Vasco de Estadística. Este aumento refleja una ligera mejora con respecto a las estimaciones previas del Gobierno vasco, que apenas días antes había revisado sus proyecciones macroeconómicas. Esta cifra, aunque positiva, sugiere que la economía de Euskadi continúa en una senda de desaceleración, en comparación con el resto de España, que se espera que crezca entre un 3% y un 3,1%. A pesar de la desaceleración general, el incremento del empleo en la comunidad autónoma es un dato alentador. Durante el pasado ejercicio, se registró un aumento del 1,8%, lo que equivale a la creación de aproximadamente 17.000 nuevos puestos de trabajo. Este crecimiento en el empleo es un indicativo del dinamismo en ciertas áreas de la economía, aunque también subraya la variabilidad en el rendimiento de los distintos sectores. De acuerdo con Eustat, la actividad económica en Euskadi se ha comportado de manera heterogénea. Mientras que sectores como el comercio, el transporte, la hostelería, y los servicios de salud, educación y servicios sociales han mostrado un rendimiento superior al promedio, otros sectores han experimentado un crecimiento más moderado. Este fenómeno pone de manifiesto la necesidad de una diversificación económica más sólida en la región para mitigar el impacto de las fluctuaciones sectoriales. En el último trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) de Euskadi creció un 0,4% en comparación con el trimestre anterior, y un 1,9% respecto al mismo período del año anterior. Este crecimiento, aunque modesto, sugiere que la economía vasca logró mantenerse en terreno positivo en un contexto nacional e internacional que presenta desafíos. El incremento del PIB, junto con el aumento del empleo, ofrece un panorama más optimista, aunque se debe considerar con cautela en el contexto de la desaceleración. Los datos de empleo en el último trimestre también presentan un crecimiento del 0,4% en comparación con los tres meses anteriores, lo que indica una estabilidad en el mercado laboral vasco en un tiempo de incertidumbre. Sin embargo, es fundamental que las autoridades y los actores económicos se mantengan alerta ante posibles cambios en la tendencia, dado el contexto global y los riesgos asociados. Los sectores de servicios han sido los grandes impulsadores del crecimiento en Euskadi, lo que destaca la importancia de este ámbito en la economía regional. La hostelería y el turismo, en particular, han mostrado una recuperación notable, lo que puede ser un indicativo de una mayor demanda de servicios y experiencias por parte de los consumidores. Esto podría verse reforzado en el futuro por la normalización de la actividad tras la pandemia. Otro punto relevante es que el crecimiento del 2,1% en Euskadi se encuentra en un contexto de ajustes económicos más amplios. A medida que la economía española se recupera a un ritmo más acelerado, con previsiones de crecimiento superior al 3%, la comunidad autónoma deberá encontrar formas de alinear su crecimiento con las tendencias nacionales. Los desafíos globales, incluyendo la inflación y las tensiones geopolíticas, plantean incertidumbres que podrían afectar tanto el crecimiento del PIB como el empleo en Euskadi. En este sentido, es esencial que la administración pública y el sector privado trabajen en conjunto para fomentar un entorno favorable para la inversión y la creación de empleo. A largo plazo, las políticas que promuevan la innovación y la sostenibilidad serán cruciales para asegurar un crecimiento económico equilibrado y resiliente en Euskadi. La diversificación de la base económica y la formación de mano de obra cualificada son elementos que deben ser priorizados para asegurar la competitividad de la región. En conclusión, el alza del 2,1% en la economía vasca es un signo positivo, aunque el contexto de desaceleración genera la necesidad de una vigilancia continua. La creación de empleo y el crecimiento en ciertos sectores indican un potencial que debe ser potenciado, mientras se gestiona con eficacia los riesgos y se aprovechan las oportunidades que presenta el entorno nacional e internacional.

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