Crecimiento de la banca privada en España: retos y estrategias hacia 2025

Crecimiento de la banca privada en España: retos y estrategias hacia 2025

La banca privada en España crece rápidamente, duplicando su patrimonio en diez años, mientras enfrenta retos de diferenciación y educación financiera.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

La banca privada en España se encuentra en un periodo de notable crecimiento, con un notable aumento en la gestión de carteras y en el patrimonio administrado. Según Alicia García, directora de M&G Investments, el patrimonio de la banca privada se ha duplicado en la última década, alcanzando los 787.000 millones de euros a finales de 2023. Este crecimiento, que en el último año fue del 15%, ha llevado a las entidades a replantearse su estrategia para seguir siendo competitivas y, sobre todo, para ganar la confianza de sus clientes en un mercado en constante evolución. Durante el foro "Desafíos y perspectivas de la banca privada en los próximos meses", organizado por EXPANSIÓN en colaboración con M&G, se abordaron las principales tendencias y retos que enfrenta este sector. Uno de los puntos destacados fue la importancia de la diferenciación a través de propuestas de valor que vayan más allá de los servicios tradicionales. En un entorno donde el patrimonio medio del cliente ronda los 900.000 euros, y con un creciente número de patrimonios por debajo de los 500.000 euros, las entidades tienen la tarea de ofrecer un asesoramiento que responda a las necesidades específicas de cada cliente. En la primera parte de 2024, la tendencia observada fue que los inversores se refugiaron en activos de renta fija y productos de bajo riesgo, como letras del tesoro, mientras que la segunda parte del año mostró un cambio en esta dinámica. Juan Llamas, director comercial de CaixaBank Banca Privada, destacó cómo la consolidación del negocio independiente ha atraído 45.000 millones de euros, lo que demuestra un creciente interés por parte de los clientes en pagar explícitamente por el servicio recibido, en lugar de depender de retrocesiones de terceros. El panorama cambiante ha llevado a muchos expertos a replantearse la relevancia de la renta fija en las carteras de inversión. Javier García, director adjunto de Santander Banca Privada, subrayó que, contrariamente a las expectativas iniciales, han sido los mercados de renta variable los que han aportado un mayor valor en las carteras. Este giro pone de manifiesto la necesidad de que las entidades bancarias se adapten a las condiciones del mercado y ofrezcan a sus clientes soluciones que respondan a esta volatilidad. El crecimiento del patrimonio gestionado por BBVA, que alcanzó una tasa del 18% en 2024, también refleja la capacidad del sector para adaptarse a las exigencias de un mercado en constante transformación. Olga Montañés, directora adjunta de Banca Privada de BBVA, enfatizó la importancia de diversificar las carteras y explorar nuevas oportunidades de inversión que generen rendimientos positivos. Sin embargo, el sector enfrenta el reto de educar a los clientes en temas de cultura financiera. Joaquín Calvo-Sotelo, director de Banca Privada de Bankinter, subrayó la necesidad de formar a los inversores para que comprendan las implicaciones de mover sus ahorros de productos de bajo riesgo a opciones más arriesgadas. Este proceso educativo es esencial, especialmente cuando la tasa de ahorro en España se encuentra en niveles récord. La introducción de activos líquidos y alternativos en las carteras de inversión también ha sido un tema candente en el foro. Con la reciente reducción del mínimo de inversión por parte del regulador, se han abierto nuevas puertas para que clientes de diversos perfiles accedan a inversiones que antes estaban reservadas para grandes patrimonios. Sin embargo, expertos como Llamas han expresado su preocupación de que esta medida podría restar importancia a la necesidad de un asesoramiento adecuado en esos productos complejos. Además, los mercados privados están ganando terreno, ofreciendo oportunidades de inversión en empresas en etapas distintas de desarrollo, inmuebles y préstamos privados. Javier García considera que esta tendencia ha llegado para quedarse, dada la creciente porción de la economía que no cotiza. Las entidades deben asegurarse de que sus clientes no se queden fuera de sectores económicos significativos que podrían representar una oportunidad de crecimiento. La tecnología y la regulación también se perfilan como factores clave que influirán en las estrategias de la banca privada en el futuro. Con el objetivo de situar al cliente en el centro, es esencial que las entidades doten a sus operaciones de tecnología avanzada, especialmente en áreas como los mercados privados y activos líquidos. La regulación, incluido el cobro explícito por los servicios, también está en el centro del debate, ya que se busca un enfoque más transparente en la relación entre la banca y sus clientes. A medida que se vislumbra el horizonte hacia 2025, Calvo-Sotelo se mostró cauto al señalar que el rumbo del sector dependerá, en parte, de factores externos, como la influencia de personalidades políticas. No obstante, es un momento propicio para que la banca privada se reevalúe y busque eliminar conflictos de interés en la remuneración y la colocación de productos, asegurando así un servicio más prestigioso y de calidad a sus clientes.

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