Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El mercado de vehículos premium en Perú ha experimentado una contracción del 3,4% hasta julio de 2023, en comparación con el mismo período del año anterior, según los datos proporcionados por la Asociación Automotriz del Perú (AAP). Esta caída se debe en gran medida a un aumento en la demanda y oferta que se había registrado el año pasado, tras un 2022 complicado por problemas de stocks y disponibilidad. Antonio Rivera, gerente general de BMW Group Perú, enfatiza que estos factores han influenciado directamente en el comportamiento del mercado. A pesar de esta contracción, el segmento premium ha mostrado una mayor resiliencia en comparación con el mercado de vehículos livianos, que ha visto una disminución más drástica del 13,5%. Esta tendencia sugiere que, aunque el mercado premium enfrenta desafíos, se ha mantenido relativamente más sólido, como bien indica Mike Pariamachi, gerente de Negocio de Autos de Divemotor, representante de Mercedes-Benz. Los analistas del sector, como Willard Manrique, especialista en Dirección Comercial del PAD, Escuela de Dirección de la Universidad de Piura, señalan que la recuperación del consumo y la confianza del consumidor en Perú no se encuentra en su mejor momento, lo que afecta las expectativas de crecimiento para el segmento premium en el corto plazo. A pesar de esto, Manrique estima que el mercado podría alcanzar niveles prepandemia hacia 2025 o 2026, siempre y cuando se estabilicen las cadenas de suministro y se mejore la confianza global. Las proyecciones para el cierre de 2023 no son del todo optimistas. Alejandro Ruiz de Somocurcio, gerente de marcas Premium de Gildemeister, y sus homólogos en otras empresas, prevén que el mercado termine con una cifra similar a la de este año, aunque también existen predicciones de una posible contracción de entre el 1% y el 3%. Este panorama sugiere que el segmento premium, aunque más resistente, aún enfrenta obstáculos significativos para una recuperación rápida. Mercedes-Benz, por otro lado, ha logrado mantenerse en una posición competitiva, con un crecimiento del 16,7% hasta julio. Esto la convierte en la única marca del top 3 que no ha visto retrocesos en sus ventas. Pariamachi atribuye este crecimiento a la expansión de su portafolio y a una demanda constante por sus vehículos, lo que incluye una fuerte estrategia de atención al cliente. La marca está enfocándose en su línea Top-L, que incluye vehículos de alta gama y submarcas como Maybach, así como modelos deportivos AMG, que tienen un precio de entrada que varía entre los 100,000 y 300,000 dólares. Según Pariamachi, los productos más exclusivos, como la Clase G, pueden alcanzar precios de hasta 500,000 dólares, lo que refleja la intención de Mercedes-Benz de atender un mercado que busca lujo y exclusividad. En el ámbito de las marcas eléctricas, Volvo se destaca con un crecimiento sobresaliente del 49,3% y espera vender alrededor de 600 unidades este año. Ruiz indica que la marca está en plena transición hacia un portafolio 100% eléctrico para 2050, y ya ha comenzado a ofrecer exclusivamente vehículos híbridos enchufables y eléctricos en el Perú. Se proyecta que los vehículos electrificados representen un 80% de sus ventas hacia finales de 2023. BMW, aunque líder en el segmento premium, ha registrado una caída del 10,9% en sus ventas a julio. Rivera se muestra optimista, confiando en que la marca se mantendrá en primer lugar al cierre del año gracias a un portafolio diversificado que incluye modelos de gasolina, híbridos y eléctricos. Sin embargo, también reconoce que la marca Mini ha experimentado un descenso significativo en sus ventas, lo que se atribuye a un récord histórico alcanzado el año anterior. La situación del mercado de vehículos premium en Perú es un reflejo de tendencias globales, donde la recuperación económica y la estabilidad en las cadenas de suministro se convertirán en factores determinantes para su crecimiento futuro. Con empresas ajustando sus estrategias y un enfoque creciente en la electrificación, el sector presenta un panorama interesante, aunque lleno de desafíos, para los próximos años.