Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La apreciación del peso mexicano, que había alcanzado niveles récord en el contexto del fenómeno conocido como 'superpeso', ha experimentado un giro drástico en las últimas semanas. Desde la jornada previa a las elecciones del 2 de junio, el peso ha sufrido una depreciación del 16% frente al dólar, cerrando el martes pasado en 19.71 pesos por dólar, marcando su nivel más alto desde diciembre de 2022, según datos del Banco de México (Banxico). Este cambio se produce en un ambiente de creciente incertidumbre tanto interna como externa. El 31 de mayo, justo antes de los comicios donde la candidata presidencial del oficialismo, Claudia Sheinbaum, salió victoriosa, el tipo de cambio se situaba en 16.96 pesos por dólar. Desde entonces, la situación ha cambiado drásticamente, y en algunas casas de cambio y ventanillas bancarias de Ciudad Juárez, el dólar ya se cotiza por encima de los 20 pesos, señalando el fin del fenómeno del 'superpeso' que caracterizó a gran parte de 2023. La depreciación del peso no solo responde a factores externos, sino que también está influenciada por las reformas políticas y judiciales impulsadas por el actual gobierno. Alejandro Sandoval Murillo, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas en el Grupo de Ciudad Juárez, subraya que la volatilidad en los mercados internacionales, así como las tensiones comerciales actuales, han desempeñado un papel fundamental en este escenario. "No podemos ignorar que hay múltiples factores que afectan el comportamiento del peso. Desde conflictos bélicos hasta las repercusiones de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, todos estos elementos están en la mesa", afirmó Sandoval. Sin embargo, el analista también alerta sobre las reformas propuestas por el oficialismo que buscan implementar elecciones populares en el Poder Judicial, lo que podría traer consigo un cambio significativo en el rumbo de las políticas públicas en el país. Este entorno de incertidumbre ha dejado sentir sus efectos en la economía local, especialmente en las áreas fronterizas como Ciudad Juárez. Según Elizabeth Villalobos, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en la ciudad, el aumento del dólar tiene repercusiones tanto positivas como negativas para los comerciantes. "Cuando el dólar sube, el costo de los productos que consumimos en la franja fronteriza también aumenta. Esto impacta negativamente en nuestro poder adquisitivo", indicó. A pesar de las complicaciones, Villalobos también destacó un posible efecto positivo: "Una moneda más fuerte puede atraer más turismo. Aumenta el número de personas que vienen a consumir en nuestros restaurantes y negocios, lo que puede equilibrar un poco la balanza". Esta dualidad en el impacto de la depreciación del peso resuena entre los ciudadanos que cruzan a diario hacia Estados Unidos. Los testimonios de los ciudadanos que realizan compras en El Paso, Texas, revelan que la situación es complicada para aquellos que viven del lado mexicano. "Para nosotros, que venimos a comprar aquí, el aumento del dólar es un golpe directo a nuestro bolsillo", comentó Sandra Rascón, quien se encontraba en la fila del Puente Internacional Paso del Norte. Su experiencia refleja el sentir de muchos otros que dependen de esos cruces diarios. A medida que las reformas del gobierno se discuten en el nuevo Congreso, el futuro de la moneda mexicana queda en la cuerda floja. Los analistas advierten que las decisiones políticas que se tomen en los próximos meses serán cruciales para determinar la dirección que tomará el peso y, por ende, la economía mexicana en su conjunto. La incertidumbre prevalece, y la economía está en un momento crítico. En este contexto, tanto comerciantes como ciudadanos deberán adaptarse a una nueva realidad en la que el valor del peso se ha vuelto volátil. Mientras algunos ven oportunidades para el crecimiento del turismo, otros enfrentan un aumento en los costos de vida. El futuro económico de México dependerá de cómo se manejen estas reformas y de la capacidad del gobierno para estabilizar la situación. Las próximas semanas y meses serán determinantes para el rumbo que tomará la moneda mexicana y, en consecuencia, la economía del país.