Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Las cifras del comercio internacional están revelando una tendencia preocupante para México, que, a pesar de contar con una ubicación privilegiada y ser líder en la producción de diversos productos, no está capitalizando de manera efectiva el fenómeno del nearshoring. Un reciente estudio de Bain & Company destaca que las exportaciones de México hacia Estados Unidos han crecido un 34% entre 2019 y 2023, cifra que contrasta significativamente con el 54% de aumento en las exportaciones de países asiáticos como Vietnam, Malasia, India e Indonesia hacia el mismo destino. Esta disparidad plantea interrogantes sobre las estrategias comerciales del país y su capacidad para adaptarse a un mercado en constante cambio. Jordi Ciuró, socio de Bain & Company, apuntó que el desempeño de México es sorprendente, dado que su proximidad geográfica debería traducirse en un mayor beneficio económico. Sin embargo, el análisis revela que más de la mitad del crecimiento exportador de estos países asiáticos corresponde a productos que México ya produce y podría ofrecer a Estados Unidos. Esto pone de relieve una falta de competitividad que podría tener graves consecuencias para la economía mexicana si no se toman medidas adecuadas. Los sectores en los que México podría haber intensificado su participación en el mercado estadounidense incluyen equipamiento eléctrico, maquinaria, elementos mecánicos y metales, con un valor potencial que supera los 50,000 millones de dólares. Este escenario sugiere que, a pesar de la capacidad productiva que tiene el país, la estrategia de aprovechamiento de oportunidades está fallando. A pesar de ello, el estudio indica que si el país logra resolver los cuellos de botella existentes, su valor de exportaciones podría crecer en 500,000 millones de dólares hacia 2030, en lugar de los 310,000 millones que se prevén bajo el crecimiento inercial. Sin embargo, las estadísticas no son el único indicador del estado del nearshoring en México. Armando Flores, senior manager de Bain & Company, ha destacado varios factores que limitan el desarrollo del país en este ámbito. La falta de un ecosistema robusto de clústeres de producción, la deficiencia en la infraestructura logística, y el suministro restringido de recursos como energía y agua son solo algunos de los obstáculos que enfrentan las empresas en su búsqueda por expandir sus operaciones. Además, la escasez de talento humano calificado y la alta competitividad de otros países han puesto a México en una posición desfavorable. Los altos costos de financiamiento y la inseguridad también se han convertido en variables que añaden complejidad al panorama. La combinación de todos estos elementos sugiere que, a pesar de las oportunidades que presenta el nearshoring, el país tiene mucho trabajo por hacer para posicionarse de manera efectiva en este nuevo contexto comercial. La desaceleración en el crecimiento de las exportaciones entre 2019 y 2023, que se sitúa en un modesto 12% tras un incremento del 17% en el periodo anterior, es un claro indicador de que algo no está funcionando adecuadamente. Esta tendencia debe ser motivo de reflexión para los responsables de la política económica del país, quienes deben considerar la implementación de estrategias más efectivas para incentivar el crecimiento y la competitividad en el ámbito internacional. El nearshoring se presenta como una oportunidad única para países cercanos a Estados Unidos, y México debería estar en una posición favorable para atraer inversiones y ampliar su presencia en el mercado estadounidense. Sin embargo, las condiciones actuales sugieren que, si no se realizan los cambios necesarios, el país podría seguir perdiendo terreno frente a sus competidores asiáticos. En conclusión, la situación actual de las exportaciones mexicanas y el nearshoring requiere una atención urgente y un enfoque renovado. Para que México pueda aprovechar al máximo su potencial y aprovechar el cambio en las cadenas de suministro globales, es esencial abordar los desafíos existentes y crear un entorno más favorable para la inversión y el comercio. La ventana de oportunidad está abierta, pero el tiempo es limitado. La pregunta que queda es: ¿está México preparado para actuar?