Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El mercado del cobre se encuentra en un momento decisivo, alcanzando este jueves un precio de 9,175 dólares por tonelada, el nivel más alto en dos semanas. Este aumento ha sido impulsado por la superación de niveles técnicos clave, además de los temores sobre el suministro causados por la huelga en la mina Escondida, la cual es operada por BHP y es considerada la mayor mina de cobre del mundo. Sin embargo, a pesar de esta escalada en los precios, los volúmenes de negociación han sido bajos, lo que refleja cautela entre los inversores. Durante la semana, el cobre ha negociado 58,714 lotes, una cifra notablemente inferior a los 180,788 lotes transaccionados en la semana hasta el 17 de mayo. Esta disminución en la actividad comercial sugiere que los fondos de inversión están adoptando una postura a la defensiva, dejando de lado el cobre en favor de otros activos como el oro y el petróleo, que están atrayendo más interés en este momento. Alastair Munro, estratega en jefe de Metales Básicos, comentó a Reuters que el volumen de negocio en metales como el cobre y el aluminio ha sido significativamente inferior. Esto es indicativo de una tendencia en la que los fondos han decidido alejarse del cobre que, a finales de mayo, alcanzó un récord histórico gracias a la especulación en el mercado. La reciente caída en la actividad comercial plantea interrogantes sobre la confianza de los inversores en la sostenibilidad de los precios del cobre. La situación en Chile, donde se encuentra la mina Escondida, es una de las principales razones detrás de las preocupaciones sobre el suministro. Los trabajadores de la mina han rechazado la solicitud de BHP para suspender la huelga, lo que podría tener un impacto significativo en la producción. Sin embargo, BHP aún no ha proporcionado estimaciones sobre el efecto de esta huelga en la cantidad de cobre que podría dejar de producirse. Munro agregó que el mercado probablemente tardará en reaccionar ante cualquier caída significativa de la oferta física que pudiera resultar de la huelga en Escondida. Esto significa que, aunque los precios han subido, el mercado podría no estar completamente preparado para una posible escasez de suministro en el futuro cercano. En el contexto más amplio de los metales básicos, otros precios también han mostrado un aumento. El aluminio subió un 1%, alcanzando 2,359.5 dólares por tonelada; el plomo avanzó un 1%, a 2,029.5 dólares; y el zinc sumó un 2.4%, cotizando a 2,779.5 dólares. El estaño y el níquel también vieron incrementos en sus precios, lo que podría indicar un resurgimiento del interés en los metales básicos, aunque con un enfoque predominantemente cauteloso. Los analistas del mercado están observando de cerca las siguientes semanas, ya que cualquier desarrollo relacionado con la huelga en Escondida podría tener repercusiones significativas no solo en el precio del cobre, sino en el mercado de metales en general. La expectativa se centra en cómo reaccionarán los inversores ante las noticias provenientes de Chile y si esta situación provocará un cambio en las tendencias actuales del mercado. En suma, la combinación de una huelga en la mina más grande del mundo y la disminución de la actividad comercial en el sector del cobre ha llevado a un clima de incertidumbre. A medida que los fondos se reorientan hacia otros activos, el futuro del cobre podría estar en juego, dependiendo de la resolución de los conflictos laborales en Chile y cómo los inversores decidan reaccionar ante estos cambios en el panorama del suministro. La próxima semana será crucial para determinar si este reciente aumento en los precios se sostiene o si los temores sobre el suministro se traducen en una volatilidad aún mayor en el mercado.