Crecimiento modesto de la producción nacional en junio de 2024 revela retos económicos

Crecimiento modesto de la producción nacional en junio de 2024 revela retos económicos

El INEI reporta un crecimiento del 0,21% en junio de 2024, con sectores destacados como pesca y comercio, mientras minería y construcción caen.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) ha publicado su informe sobre la producción nacional correspondiente a junio de 2024, revelando un modesto crecimiento del 0,21% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este aumento, aunque positivo, es un reflejo de un contexto económico complejo que se manifiesta en un rendimiento desigual entre los distintos sectores productivos del país. Los sectores que mostraron un desempeño destacado incluyen Otros Servicios, Transporte, Almacenamiento y Mensajería, así como Comercio y Telecomunicaciones. Por el contrario, sectores clave como Minería e Hidrocarburos, Construcción y Agropecuario enfrentaron un comportamiento contractivo, lo que suscita una serie de interrogantes sobre la salud económica a largo plazo. Un factor que ha influido en el desempeño de la producción en junio es la reducción de un día de actividad productiva, dado que este año el 7 de junio fue feriado nacional, mientras que en 2023 ese día fue laborable. Esto ha provocado que los resultados no sean completamente representativos de la tendencia económica, lo que complica aún más la interpretación de estos datos. Según el informe del INEI, la actividad productiva en el primer semestre de 2024 experimentó un crecimiento del 2,49%, lo que sugiere que, a pesar de los altibajos, la recuperación sigue siendo posible. En el sector agropecuario, se observó una caída del 1,62%, impulsada por un descenso significativo en la producción agrícola que alcanzó un 3,06%. Este desempeño se ha debido principalmente a la reducción en la producción de cultivos esenciales como la aceituna y el algodón, que han mostrado caídas de hasta el 79,9% y 69,4% respectivamente. Este contexto plantea serias preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y la capacidad de los agricultores para recuperarse ante condiciones adversas. A pesar de la contracción en el subsector agrícola, el subsector pecuario reportó un crecimiento del 1,80%, evidenciando la resiliencia de la producción de carne y lácteos. Este contraste pone de manifiesto la diversificación necesaria en la producción agropecuaria para enfrentar las fluctuaciones de mercado y las condiciones climáticas adversas que afectan de manera desproporcionada a ciertos cultivos. Uno de los sectores que ha registrado un avance notable es el de la pesca, que creció un 56,77% en junio de 2024. Este impresionante aumento se debe principalmente a la extracción de especies de origen marítimo, que se incrementó en un 74,85%, con un total de 241,565 toneladas capturadas. Este crecimiento es un indicativo de la capacidad del sector pesquero para recuperarse y adaptarse, aunque se debe considerar cómo este aumento puede influir en la sostenibilidad a largo plazo del recurso pesquero. Por otro lado, la minería e hidrocarburos se han visto afectados negativamente, registrando una disminución del 7,47%. La baja en la producción de metales como el zinc y el cobre plantea interrogantes sobre la inversión en este sector y su capacidad para contribuir al crecimiento económico del país. Aún así, se ha observado un pequeño aumento en la producción de ciertos metales como el molibdeno y la plata, lo que ofrece un rayo de esperanza en un panorama complicado. El sector de construcción ha mostrado una contracción del 2,40%, lo que refleja un menor consumo interno de cemento, uno de los principales insumos en este ámbito. Esta reducción en la actividad constructiva viene acompañada de un aumento en el avance físico de obras públicas, lo que sugiere que el gobierno podría estar compensando la caída en la inversión privada con proyectos públicos. El comercio, otro pilar del crecimiento económico, ha reportado un aumento del 2,28%, impulsado por un mejor desempeño en la venta al por mayor. Este crecimiento es alentador y sugiere que, a pesar de los desafíos, los consumidores están respondiendo positivamente a las iniciativas comerciales, especialmente en el contexto de la temporada invernal. Igualmente, el sector de alojamiento y restaurantes ha crecido un 4,66%, lo que refleja una recuperación en la actividad turística y de servicios. Este aumento es un buen indicativo de la revitalización del sector tras las restricciones impuestas por la pandemia, y podría ofrecer oportunidades para la creación de empleo y la generación de ingresos en el futuro. Finalmente, a pesar de los retos presentes en diversos sectores, el informe del INEI nos permite vislumbrar que la economía nacional está en un proceso de adaptación. La diversificación y adaptación a las nuevas realidades serán claves para superar las dificultades actuales y alcanzar un crecimiento sostenido en el futuro. La atención constante a los indicadores económicos y la implementación de políticas efectivas serán fundamentales para fomentar un entorno favorable que promueva el desarrollo económico inclusivo y sostenible.

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