El gobierno elimina los pagos de combustible invernal para pensionistas en medio de una importante reestructuración fiscal.

En un cambio significativo en la política fiscal, el gobierno ha anunciado la eliminación de los pagos de combustible de invierno para millones de pensionistas como parte de una revisión más amplia de su estrategia financiera. Esta decisión coincide con la reevaluación del Canciller Jeremy Hunt sobre cómo se está preparando el próximo presupuesto para marzo de 2024. El Canciller señaló que el Tesoro está evaluando actualmente "la adecuación de la información y las garantías proporcionadas al OBR respecto al gasto departamental", lo que indica una posible revisión en las prácticas de gestión financiera. Hunt expresó una fuerte crítica hacia el anterior gobierno conservador, afirmando que no hubo encubrimiento en relación con los problemas fiscales, al tiempo que acusó al Partido Laborista de engañar al público sobre los aumentos de impuestos. Advirtió que serán necesarios aumentos significativos de impuestos, señalando específicamente a la canciller en la sombra laborista, Rachel Reeves, pronosticando que su primer presupuesto podría representar "la mayor traición en la historia de un nuevo canciller". Durante su reciente discurso, la Canciller Reeves anunció que el próximo presupuesto se presentará el 30 de octubre, sugiriendo un plazo ajustado para los ajustes fiscales. Además, reveló que las revisiones del gasto del sector público ahora se realizarán cada dos años, un cambio con respecto al marco anterior de tres años establecido en 2021. Este nuevo enfoque tiene como objetivo proporcionar evaluaciones más frecuentes del gasto público en un período marcado por la incertidumbre económica. Además, se llevará a cabo una investigación sobre la corrupción relacionada con el Covid para investigar los 2.600 millones de libras que el Partido Laborista afirma que se perdieron debido a contratos cuestionables firmados durante la pandemia. Se espera que esta indagación responsabilice a quienes fueron responsables de la mala gestión financiera durante un momento crítico. Como parte del manifiesto de su gobierno, Reeves confirmó que las escuelas privadas enfrentarán un impuesto del 20% a partir del 1 de enero del año siguiente, mientras que las compañías de petróleo y gas también verán un aumento en su impuesto sobre beneficios extraordinarios. La portavoz de Hacienda de los Liberal Demócratas, Sarah Olney, ha instado al gobierno laborista a ir más allá, insistiendo en que las grandes corporaciones deben "pagar su parte justa" en impuestos. El Partido Laborista ha reiterado su compromiso con la disciplina fiscal, afirmando que no dependerá del endeudamiento para financiar los gastos corrientes. En cambio, el gobierno planea cubrir los costos diarios únicamente a través de los ingresos fiscales, con el objetivo de reducir la deuda nacional al final del mandato parlamentario. Los economistas han advertido durante mucho tiempo que ambos principales partidos políticos enfrentan una difícil elección: o implementar recortes en el gasto o aumentar los impuestos para adherirse a sus propias reglas fiscales autoimpuestas. Este dilema se ha vuelto más urgente a la luz de los recientes cambios en la política y la necesidad de abordar las necesidades financieras del país mientras se mantiene la estabilidad y la confianza pública. A medida que el panorama político continúa evolucionando, el impacto de estas decisiones en la vida de los ciudadanos comunes, particularmente los pensionistas vulnerables, sigue siendo una preocupación crítica.