Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La agencia Fitch Ratings ha confirmado la calificación de riesgo crediticio de México en 'BBB-' con perspectiva estable, destacando que esta decisión se basa en un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y una relación deuda pública/PIB que se proyecta permanecerá por debajo de la mediana de 'BBB'. A pesar de estos aspectos favorables, la calificadora ha advertido sobre ciertos riesgos que afectan el perfil institucional del país, especialmente en lo que respecta al paquete de reformas propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo con Fitch, las reformas planteadas por el mandatario mexicano podrían impactar negativamente la institucionalidad del país, aunque enfatizan que es demasiado pronto para evaluar la gravedad de estas medidas antes de su aprobación e implementación. Esta incertidumbre se suma a la debilidad en los indicadores de gobernanza de México, con una puntuación por debajo de la mediana establecida para la calificación 'BBB'. En términos fiscales, Fitch proyecta un déficit del gobierno general que se mantendrá en niveles preocupantes para los próximos años, lo que refleja un escenario de incertidumbre sobre la capacidad del gobierno entrante para reducir este déficit a niveles sostenibles. Asimismo, se espera un aumento gradual en la deuda gubernamental, lo que podría llegar al 52.8% del PIB para el año 2026, aunque seguirá por debajo de la mediana de la categoría 'BBB'. En cuanto a Petróleos Mexicanos (Pemex), la calificadora no anticipa cambios significativos en el apoyo financiero que el gobierno brinda a la empresa estatal. La administración entrante ha expresado su intención de mantener la posición dominante de Pemex en el mercado petrolero mexicano, lo que requerirá transferencias federales continuas a menos que la empresa mejore su eficiencia operativa o reduzca su carga de deuda. En el ámbito económico, Fitch proyecta una desaceleración en el crecimiento del PIB real de México, pasando de un 3.2% en 2023 a un 2% en 2024 y un 1.8% en 2025. Aunque se espera una recuperación económica a lo largo del año, la perspectiva a mediano plazo es menos optimista, lo que podría tener implicaciones en la situación financiera y fiscal del país. En resumen, la confirmación de la calificación de México por parte de Fitch Ratings con perspectiva estable refleja tanto fortalezas como desafíos para la economía mexicana. Si bien se reconocen aspectos positivos en la política macroeconómica y las finanzas externas, existen preocupaciones en torno a la gobernanza, los riesgos fiscales y la implementación de reformas que podrían impactar el perfil crediticio del país en el futuro. La incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para abordar estos desafíos plantea un escenario de vigilancia y análisis continuo por parte de los inversionistas y analistas financieros.