Impacto económico de las altas temperaturas en México y Estados Unidos: una alerta para la región. Las consecuencias del calor extremo van más allá de lo físico, afectando la productividad y los precios de alimentos. Medidas urgentes se requieren para contrarrestar los efectos.

Impacto económico de las altas temperaturas en México y Estados Unidos: una alerta para la región. Las consecuencias del calor extremo van más allá de lo físico, afectando la productividad y los precios de alimentos. Medidas urgentes se requieren para contrarrestar los efectos.

Las olas de calor en México y Estados Unidos afectan la economía y la salud, con aumentos en precios de alimentos y disminución de la productividad. Es crucial implementar medidas de adaptación y mitigación ante este desafío climático.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Las altas temperaturas registradas en México y en el sur de Estados Unidos no solo están causando molestias físicas a la población, sino que también están teniendo un impacto directo en la economía. El calor sin precedentes que ha azotado la región ha generado una serie de consecuencias negativas que van desde la disminución de la productividad hasta el aumento de los precios de los alimentos y la inflación, según alertan expertos en la materia. En el caso de Mexicali, en el norte de México, se ha alcanzado una temperatura récord de 52 grados centígrados, la más alta registrada desde 1948, mientras que en el Valle de la Muerte en California se llegó a los 53 grados, y en Las Vegas a 49. Estas temperaturas extremas no solo afectan a la población en su día a día, sino que también impactan directamente en sectores clave como la agricultura. El Imperial Valley, una zona agrícola en California colindante con Mexicali, ha logrado adaptarse en cierta medida a este clima extremo a lo largo de los años. Los agricultores de la región han seleccionado variedades de alimentos resistentes al calor y han implementado prácticas de eficiencia de riego en sus cultivos para poder seguir produciendo en condiciones tan adversas. Sin embargo, el agua del río Colorado, vital para sus cosechas, es un recurso limitado que podría poner en riesgo la productividad a largo plazo si continúa disminuyendo. En contraste con la situación en Imperial Valley, en México el aumento de los precios de frutas y verduras ha sido constante en los últimos cuatro meses, coincidiendo con las olas de calor extremo que ha experimentado el país. Este incremento en los costos de alimentos ha contribuido a un aumento generalizado en el costo de vida de la población, generando preocupación entre los economistas y analistas. Según Armando Sánchez, director del Instituto de Investigaciones Académicas de la UNAM, las islas de calor tienen el potencial de reducir el Producto Interno Bruto del sector agrícola en un 3% anual, debido a factores como la sequía, la escasez de agua para riego y el impacto en la salud de los trabajadores expuestos a condiciones extremas. La mortalidad asociada al calor también ha sido un tema preocupante, con un número significativo de fallecidos en México y Estados Unidos como consecuencia de las altas temperaturas. Además de los efectos directos en la salud y la productividad, el cambio climático y las olas de calor también están teniendo repercusiones en la economía en general. La disminución de la productividad laboral, el aumento de los costos de adaptación de las empresas y el incremento en las emisiones de carbono debido al uso de sistemas de enfriamiento son solo algunas de las consecuencias económicas de este fenómeno. Los expertos advierten que es necesario implementar políticas públicas de adaptación al cambio climático y de mitigación de sus efectos para hacer frente a esta nueva realidad climatológica. La inversión en tecnologías más eficientes, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles y la concienciación sobre la importancia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son medidas clave para contrarrestar los impactos negativos del calor extremo en la economía y en la sociedad en su conjunto. En resumen, las olas de calor que están azotando a México y Estados Unidos no solo representan un desafío para la salud y el bienestar de la población, sino también para la estabilidad económica de la región. La adaptación a estas condiciones extremas y la implementación de medidas de mitigación son fundamentales para minimizar los impactos negativos en sectores clave como la agricultura, la producción de alimentos y la productividad laboral, y para construir una economía más resiliente frente a los desafíos del cambio climático.
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