Rogelio Ramírez de la O: Retos y estabilidad en la Secretaría de Hacienda

El anuncio de que Rogelio Ramírez de la O continuará al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) bajo la próxima administración de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha generado tranquilidad entre los inversionistas y los mercados financieros. Su designación se interpreta como una señal de estabilidad en la política fiscal mexicana, algo fundamental para mantener la confianza de los agentes económicos en un momento crucial para el país. Como economista egresado de Harvard, Ramírez de la O enfrentará diversos retos en su gestión, entre los que destacan la necesidad de hacer más eficiente el gasto público, recortar gastos onerosos para reducir el déficit presupuestario, generar más ingresos tributarios sin recurrir a una reforma fiscal y encontrar una forma sostenible de apoyar a Pemex sin comprometer las finanzas públicas. La continuidad en la Secretaría de Hacienda brinda la oportunidad de mantener una línea de acción coherente en materia fiscal, evitando cambios bruscos que podrían afectar la estabilidad económica del país. La estabilidad es un factor clave en un momento en el que México busca recuperarse de los impactos de la pandemia, la inflación y la incertidumbre geopolítica. Uno de los primeros desafíos que enfrentará Ramírez de la O será la presentación del paquete económico 2025. En este contexto, será crucial encontrar el equilibrio entre reducir el déficit, controlar la deuda pública, aumentar los ingresos públicos y brindar apoyo a Pemex sin comprometer las finanzas del Estado. Este será un verdadero examen de la capacidad del nuevo titular de Hacienda para manejar las complejidades económicas del país. En cuanto a la reducción del déficit, se plantea la necesidad de hacer más eficiente el gasto público y recortar aquellos rubros que no sean prioritarios. Esto deberá hacerse de manera estratégica para evitar una recesión económica o una reducción en la calificación crediticia de México por parte de las agencias calificadoras. Otro de los desafíos importantes será la generación de más ingresos sin recurrir a una reforma fiscal. El uso de tecnología para mejorar la recaudación fiscal a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT) será una de las estrategias clave para aumentar los ingresos sin afectar la economía de los contribuyentes. En lo que respecta a Pemex, la empresa estatal enfrenta retos significativos que requerirán decisiones estratégicas por parte de la Secretaría de Hacienda. Es fundamental determinar qué tipo de apoyos se le darán a la petrolera sin comprometer las finanzas públicas y garantizando su viabilidad a largo plazo. La transparencia y la eficiencia en la gestión de los recursos destinados a Pemex serán aspectos cruciales a considerar en la estrategia fiscal. En resumen, el camino que se abre para Rogelio Ramírez de la O al frente de la Secretaría de Hacienda estará lleno de desafíos que requerirán de habilidad, estrategia y visión a largo plazo. La estabilidad económica, la eficiencia en el gasto público, el aumento de los ingresos y el apoyo a Pemex serán los pilares sobre los que se construirá la política fiscal en el próximo sexenio. La clave estará en encontrar el equilibrio necesario para impulsar el crecimiento económico sin poner en riesgo la estabilidad financiera del país.