El futuro del Oleoducto Norperuano, esto dice Petroperú sobre este activo crítico.

El futuro del Oleoducto Norperuano, esto dice Petroperú sobre este activo crítico.

El Oleoducto Norperuano enfrenta desafíos de seguridad y rentabilidad, Petroperú evalúa propuestas para optimizar su operatividad y viabilidad, incluyendo la posibilidad de interconexión con Ecuador. Vital para el transporte de petróleo en la región, su futuro requiere soluciones urgentes para garantizar su sostenibilidad.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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El futuro del Oleoducto Norperuano, esto dice Petroperú sobre este activo crítico En una reciente entrevista exclusiva con el presidente del Directorio de Petroperú, Oliver Stark, se abordó un tema crucial para el Estado peruano: el Oleoducto Norperuano. Durante la conversación con el diario Gestión, Stark proporcionó información detallada sobre las ideas y estrategias que la empresa estatal está considerando para este activo crítico. Una de las propuestas que ha surgido en el marco de las acciones de reestructuración que está planteando el directorio de Petroperú es la posibilidad de dejar de lado operaciones que no resultan rentables para la empresa, como es el caso del Oleoducto Norperuano. Ante esto, Stark mencionó la idea de generar dos unidades de negocio separadas, escindir el oleoducto, y señaló que la clave para que el petróleo regrese al ducto radica en resolver los problemas de seguridad que actualmente enfrenta la infraestructura. La seguridad se presenta como un elemento fundamental en este escenario, ya que, según Stark, aunque existen operaciones petroleras en la selva y se está viendo un resurgimiento en la producción de petróleo, es imprescindible garantizar la seguridad en primer lugar. Solo abordando este aspecto se podrán solucionar los problemas que aquejan al Oleoducto Norperuano. En cuanto a la sostenibilidad de mantener el oleoducto bajo la administración de Petroperú, Stark resaltó la importancia del tiempo y la necesidad de actuar con celeridad. Señaló que la empresa no puede seguir afrontando los costos derivados de los arreglos por sabotajes y que es preciso delegar el tema de la seguridad a quienes corresponde, sugiriendo la posibilidad de devolver la concesión del ducto al Ministerio de Energía y Minas. En este sentido, el presidente del Directorio de Petroperú enfatizó la relevancia del Oleoducto Norperuano como un activo vital para el Estado, destacando su buen estado y su importancia para el transporte de petróleo en la región. Sin embargo, señaló que actualmente la infraestructura no se encuentra operativa al máximo de su capacidad, lo cual genera pérdidas significativas para la empresa. Ante la problemática de los sabotajes y la necesidad de brindar seguridad al oleoducto, Stark planteó la posibilidad de involucrar al Ministerio de Defensa en la protección de la infraestructura. Sugirió la creación de bases militares a lo largo del ducto que no solo garanticen la seguridad, sino que también brinden servicios a las comunidades locales, contribuyendo así al desarrollo de la zona. En términos de rentabilidad, Stark mencionó que para que el transporte de crudo por el oleoducto sea viable, se necesita alcanzar un flujo de al menos 30,000 barriles por día. Actualmente, las pérdidas anuales asociadas al Oleoducto Norperuano oscilan entre los US$ 80 y 100 millones, en su mayoría debido a sabotajes y costos operativos. En última instancia, el presidente del Directorio de Petroperú planteó la posibilidad de interconectar el Oleoducto Norperuano con el sistema de oleoductos de Ecuador, lo que permitiría un mayor flujo de crudo y la reducción de costos para la empresa estatal. Sin embargo, subrayó que todo esto solo será posible si se logra garantizar la seguridad en la infraestructura y la presencia del Estado en la gestión del oleoducto. En conclusión, el futuro del Oleoducto Norperuano se presenta como un desafío crucial tanto para Petroperú como para el Estado peruano en su conjunto. La necesidad de abordar los problemas de seguridad, optimizar la operatividad de la infraestructura y buscar alternativas para su rentabilidad se erigen como las principales prioridades en torno a este activo crítico que desempeña un papel fundamental en el transporte de petróleo en la región.

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