Despertar económico en Colombia: luces y sombras en medio de un vaivén de cifras

Despertar económico en Colombia: luces y sombras en medio de un vaivén de cifras

La economía colombiana despierta tímidamente con signos alentadores en sectores clave, aunque enfrenta retos como la baja inversión y el déficit presupuestario. Se necesita un enfoque integral para consolidar la incipiente recuperación.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
La economía colombiana se despereza con timidez en medio de un escenario marcado por un vaivén de opiniones y cifras que reflejan una incipiente mejoría en algunos sectores clave. La reciente convención anual de banqueros, celebrada en Cartagena de Indias, sirvió como termómetro para evaluar la situación actual del país, con algunos empresarios y analistas destacando leves indicios de recuperación. A pesar de que la economía colombiana ha atravesado momentos difíciles en los últimos años, con críticas al manejo estatal y un ambiente de pesimismo generalizado, algunos datos recientes apuntan a una tímida mejoría. El crecimiento del 0,9% en el primer trimestre del año, por encima de las expectativas, y la recuperación en sectores como el petróleo, el agro y la construcción, son señales alentadoras que sugieren un cambio de tendencia. La producción de petróleo ha experimentado un repunte significativo, alcanzando niveles que no se veían desde el 2020, mientras que el agro ha mostrado avances notables en sectores como la caficultura y la ganadería. Asimismo, la construcción ha sorprendido con un crecimiento del 7,5% en el primer trimestre, rompiendo con una racha de contracciones previas y aportando al panorama de recuperación económica. La disminución del desempleo en una décima, llegando al 10,6% en abril, y el aumento en las remesas provenientes de Estados Unidos, principal socio comercial de Colombia, también han contribuido a dinamizar la economía local. El consumo de los hogares ha mostrado signos de mejora, impulsado por la llegada de remesas y el repunte en la venta de vehículos, así como el crecimiento en el turismo extranjero en los primeros meses del año. Sin embargo, existen retos por delante, como la baja inversión y el déficit presupuestario, que requieren atención y medidas concretas para garantizar una recuperación sostenible. La reducción presupuestal anunciada por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, por 20 billones de pesos, refleja la necesidad de ajustes para solventar las cuentas públicas y generar confianza en los mercados. En medio de este panorama de luces y sombras, los analistas y empresarios mantienen la cautela y evitan hablar de una recuperación definitiva, reconociendo que el camino hacia la estabilidad económica aún es incierto. La polarización política y las tensiones ideológicas han contribuido a dificultar la comprensión de la compleja realidad económica del país, que está estrechamente vinculada a los acontecimientos internacionales, como el crecimiento en Estados Unidos. En conclusión, la economía colombiana muestra señales de despertar de su letargo, con indicios alentadores en sectores clave que apuntan hacia una incipiente recuperación. Sin embargo, se requiere de un enfoque integral y medidas concretas para consolidar esta tendencia positiva y asegurar un crecimiento sostenible en el futuro.
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