Mientras Haití se desmorona, su vecino vive un verdadero boom turístico

Mientras Haití se desmorona, su vecino vive un verdadero boom turístico

La República Dominicana vive un auge turístico y económico mientras Haití se sume en la crisis. Su presidente, Luis Abinader, destaca el éxito del país vecino y promete más prosperidad. A pesar de críticas, se espera un crecimiento económico del 4.4% y Abinader lidera en encuestas para la reelección. Wall Street respalda su estrategia, centrada en el turismo y la estabilidad económica. A pesar de desafíos como la gentrificación, el gobierno apuesta por proyectos turísticos para impulsar la economía y atraer inversores extranjeros, buscando mantener su posición como destino turístico destacado en la región.

Juan Brignardello, asesor de seguros

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Mientras Haití se desmorona, su vecino vive un verdadero boom turístico La República Dominicana está viviendo una época dorada en términos de turismo y economía. Con diez millones de turistas anuales que acuden a disfrutar de sus playas y contribuir a una de las economías más dinámicas de la región, el país caribeño ha logrado mantener a raya la pobreza y aumentar las inversiones a niveles históricos. Incluso celebridades como Vin Diesel han mostrado interés en invertir en el país, apuntando a la construcción de un estudio de cine. Este auge contrasta dramáticamente con la situación en el país vecino, Haití, donde la espiral de delincuencia y violencia está llevando a la nación al borde del colapso. Mientras en la República Dominicana se celebra el éxito económico y turístico, en Haití la violencia y el hambre asolan la nación, con poderosas bandas controlando grandes áreas de la capital y un panorama de caos generalizado. El presidente Luis Abinader ha atribuido el éxito de la República Dominicana a su estilo de gobierno favorable a los negocios y poco conflictivo, presentándolo como un modelo a seguir para la región. Con las elecciones presidenciales en el horizonte, Abinader se presenta como el responsable de este auge y promete más prosperidad en el futuro. Se espera que la economía dominicana crezca un 4.4% este año, consolidando así su posición como la séptima economía más grande del hemisferio, superando a países como Ecuador. Sin embargo, no faltan críticas hacia este crecimiento, con señalamientos de un aumento en la deuda pública, programas sociales insuficientes y preocupaciones sobre la violencia en Haití. Los sondeos muestran que la inflación, la economía y la delincuencia son temas de preocupación para los votantes, pero también indican que Abinader se encamina a la reelección. Con cifras que le otorgan el 60% de los votos, según una encuesta de Gallup-RCC Media, Abinader se perfila como el favorito, seguido por Leonel Fernández y Abel Martínez. A pesar de los desafíos representados por la situación en Haití, Abinader ha rechazado la idea de que la República Dominicana tenga una responsabilidad especial en la reparación de su vecino. La prioridad del gobierno dominicano es mantener la estabilidad y el crecimiento económico, fortaleciendo la seguridad fronteriza y promoviendo la inversión extranjera. Wall Street respalda la estrategia de Abinader, con una disminución significativa en el diferencial de tasas de bonos del país en moneda extranjera. A pesar del aumento en la deuda pública, inversores y administradores de fondos recomiendan comprar bonos dominicanos, destacando la gestión del gobierno en satisfacer tanto a inversores como a la población local. Abinader, quien tuvo una exitosa carrera empresarial antes de acceder a la presidencia, ha mantenido su enfoque en el turismo como motor de la economía, especialmente tras la pandemia. La reapertura temprana del país al turismo ha dado frutos, con un récord de más de 10 millones de visitantes el año pasado. Sin embargo, para muchos dominicanos, el auge turístico ha traído consigo problemas como el aumento de los precios y la gentrificación. El crecimiento del sector turístico ha generado un incremento en los costos de vivienda, especialmente en zonas turísticas, lo que ha llevado a la preocupación por la exclusión de la población local. El gobierno dominicano está apostando fuerte por proyectos turísticos como Punta Bergantín, que prometen impulsar el desarrollo económico y la diversificación de la economía. Con inversiones millonarias y alianzas con grupos internacionales, se espera que estos proyectos impulsen aún más el sector turístico y generen oportunidades de empleo. Aunque persisten críticas y desafíos, como la preocupación por el impacto ambiental y social de estos megaproyectos, el gobierno dominicano continúa apostando por el turismo como eje central de su economía. Con planes ambiciosos como convertirse en un centro de fabricación de semiconductores y atraer inversores extranjeros, la República Dominicana busca mantener su posición como destino turístico de excelencia y motor de crecimiento económico en la región.
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