El futuro incierto de Petro-Perú: en busca de un nuevo salvataje financiero y medidas para evitar futuros rescates
El tiempo se agota para Petro-Perú en su búsqueda de un nuevo salvataje financiero por parte del Gobierno. La empresa estatal enfrenta restricciones en sus líneas de crédito debido a la falta de confianza del mercado y su calificación crediticia. La solicitud de soporte financiero está siendo evaluada por un grupo de trabajo de alto nivel. Economistas y especialistas sugieren medidas como la venta, concesión o liquidación de la empresa para evitar futuros rescates. Se hace hincapié en la importancia de ejecutar el plan de reestructuración elaborado por Arthur D. Little y buscar fórmulas creativas para entregar el salvataje directamente a Petro-Perú. La nueva refinería de Talara podría ser clave, pero enfrenta desafíos relacionados con la disponibilidad de crudo y las condiciones de los lotes petroleros.
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El tiempo se agota para Petro-Perú en su búsqueda de un nuevo salvataje financiero por parte del Gobierno. La empresa estatal necesita cancelar su deuda con proveedores de crudo y combustibles y adquirir más productos a partir de febrero. Sin embargo, se enfrenta a restricciones en sus líneas de crédito debido a la falta de confianza del mercado y su calificación crediticia.
La solicitud de soporte financiero está siendo evaluada por un grupo de trabajo de alto nivel, el cual tendrá poco tiempo para tomar una decisión. Se espera que la comisión opte por rescatar a Petro-Perú considerando la difícil situación que atraviesa la empresa.
Sin embargo, hay discrepancias sobre si este salvataje debe darse sin condiciones. Economistas y especialistas en hidrocarburos sugieren medidas como la venta, concesión o liquidación de la empresa para evitar futuros rescates. Algunos proponen reestructurarla a través de un proceso concursal ante Indecopi, pero reconocen las dificultades debido a la participación del Estado como accionista.
Además, se hace hincapié en la importancia de publicar y ejecutar el plan de reestructuración elaborado por Arthur D. Little. Esto incluye cambios en la gobernanza de la empresa y la salida de los funcionarios responsables de la actual situación. También se sugiere buscar fórmulas creativas para entregar el salvataje directamente a Petro-Perú, como formar un comité de proveedores para pagar las deudas.
La empresa ha asegurado que será autosostenible a partir de 2025 gracias a la puesta en funcionamiento de la nueva refinería de Talara. Sin embargo, expertos señalan que esto dependerá de que la refinería opere al 100% de su capacidad, lo cual presenta desafíos debido a la falta de crudo ligero y a los lotes otorgados en condiciones restrictivas.
Por otro lado, se señala que la decisión del Ministerio de Energía y Minas de que Petro-Perú opere lotes petroleros en Talara para incrementar su flujo de caja podría tener consecuencias negativas. Aunque esto podría aumentar el Ebitda de la empresa, también limitaría la productividad de los lotes y afectaría la inversión y la producción. Esto generaría pérdidas en regalías y recursos para las regiones Tumbes y Piura.
En conclusión, Petro-Perú enfrenta una situación difícil y requiere un nuevo salvataje financiero. Las opiniones difieren sobre si este apoyo debe darse sin condiciones y sobre las medidas necesarias para evitar futuros rescates. La publicación y ejecución del plan de reestructuración, así como la búsqueda de soluciones creativas, son propuestas para garantizar la estabilidad de la empresa. La esperanza está puesta en la nueva refinería de Talara, aunque existen desafíos relacionados con la disponibilidad de crudo y las condiciones de los lotes petroleros.