Preocupaciones y protestas en Perú por la venta de entradas en línea para Machu Picchu
El turismo en Perú ha tenido dificultades para recuperarse en comparación con otros países sudamericanos. Mientras Argentina, Brasil y Chile buscan superar los niveles previos a la pandemia, Perú solo espera recibir la mitad de los visitantes extranjeros registrados en 2019. Una de las razones de esta situación es el sistema de venta de entradas físicas para ingresar a Machu Picchu, que genera largas filas y afecta la llegada de turistas.
Para resolver este problema, el Ministerio de Cultura anunció que a fines de octubre todas las entradas se venderían en línea. Sin embargo, esta medida ha sido objeto de protestas por parte de los habitantes de Aguas Calientes y otras áreas cercanas, quienes temen que la digitalización afecte la economía local. A pesar de esto, es importante recordar que mejorar la experiencia del turista es fundamental para atraer más visitantes y asegurar ingresos económicos a largo plazo.
El gobierno debe explicar los beneficios de la venta en línea, pero no puede condicionar su implementación al consenso. Es cierto que el diálogo es importante, pero también es necesario tomar decisiones firmes que beneficien a todos. La reunión entre la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, y los representantes del Frente de Defensa de los intereses de Machu Picchu será crucial para determinar si es posible llegar a un acuerdo. En este encuentro, la ministra debe transmitir su mensaje claramente y con determinación. ¿Estará a la altura del desafío?
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El turismo internacional ha logrado recuperarse en varios países de Sudamérica, pero lamentablemente Perú no es uno de ellos. Mientras Argentina, Brasil y Chile esperan superar los niveles prepandemia, en Perú la meta es captar solo la mitad de los visitantes extranjeros registrados en 2019. Una de las razones de este rezago es el sistema de venta de entradas físicas para ingresar a Machu Picchu, que genera largas colas y afecta la llegada de turistas.
Para solucionar esta situación, el Ministerio de Cultura anunció que a fines de octubre todas las entradas se venderían de manera online. Sin embargo, esta medida ha sido objeto de protestas por parte de los habitantes de Aguas Calientes y otras zonas cercanas, quienes temen que la digitalización afecte la economía local. A pesar de esto, es importante recordar que mejorar la experiencia del turista es fundamental para atraer más visitantes y asegurar los ingresos económicos a largo plazo.
El Gobierno debe explicar los beneficios de la venta 100% digital, pero no puede condicionar su implementación al logro del consenso. Es cierto que el diálogo es importante, pero también es necesario actuar con firmeza para tomar decisiones que beneficien a todos. La reunión que sostendrá la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, con los representantes del Frente de Defensa de los intereses de Machu Picchu será crucial para determinar si es posible alcanzar un acuerdo. En este encuentro, la ministra debe transmitir su mensaje de manera clara y firme. ¿Estará a la altura del desafío?