La falta de transparencia y la ineptitud amenazan el futuro de Petroperú y la explotación sostenible de recursos naturales. Urgen medidas responsables para evitar un desastre ambiental off-shore.
Petroperú, la empresa estatal de petróleo y gas, está enfrentando una crisis financiera que pone en peligro millones de soles de los contribuyentes. Las pérdidas de este año alcanzan los US $ 530 millones, lo que ha llevado al directorio de la empresa a solicitar una capitalización de deudas y una nueva garantía de US $ 1,000 millones al Tesoro. Sin embargo, la falta de transparencia y la mala gestión de esta crisis están empeorando la situación. Además, la falta de medidas públicas para mejorar la gestión de la empresa plantea serias dudas sobre su futuro y el del sector en general. En una decisión cuestionable, el MINEM y Perupetro han otorgado a Petroperú la operación de lotes petroleros en el noroeste del país, a pesar de su falta de capacidad técnica y financiera. Esto podría resultar en graves daños ambientales, especialmente en el caso del lote Z-69 frente a la costa de Talara. Es crucial que se corrija esta situación y se garantice un manejo ambiental seguro de estos lotes, evitando un posible derrame que perjudicaría a miles de pescadores artesanales y al turismo de la zona. El gobierno debe tomar medidas responsables para prevenir un desastre que tendría consecuencias irreversibles.
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar
asesoramiento y
gestión comercial en el ámbito de seguros y
reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Petroperú: un desastre anunciado
En este año, las pérdidas de Petroperú alcanzaron los US$ 530 millones, lo que podría poner en peligro más del 50% de los S/ 4,000 millones de soles que los contribuyentes aportaron a la empresa en el 2022. Ante esta situación, el directorio de Petroperú aprobó solicitar al Tesoro la capitalización de sus acreencias y una nueva garantía de US$ 1,000 millones. Sin embargo, la falta de transparencia y la ineptitud con que se está manejando esta crisis están empeorando aún más la situación de la empresa.
La falta de implementación de estándares mínimos de buen gobierno corporativo y la ausencia de medidas públicas para mejorar la gestión de Petroperú plantean serias dudas sobre el futuro de la empresa. Además, la falta de transparencia por parte del MINEM y Perupetro ha impedido conocer las acciones tomadas para solucionar esta crisis. La deficiente gestión de la situación actual no solo afecta a Petroperú, sino que también puede socavar el futuro del sector y poner en riesgo la explotación sostenible de otros recursos naturales.
En medio de esta situación crítica, el MINEM y Perupetro decidieron otorgar a Petroperú la operación de los lotes petroleros del noroeste del país. Sin embargo, esta decisión es bastante cuestionable, ya que Petroperú carece de la capacidad técnica y financiera para operar y desarrollar estos lotes. Esta falta de experiencia podría generar un grave daño ambiental, especialmente en el caso del lote Z-69, ubicado en el mar frente a la costa de Talara. Si Petroperú no cuenta con el conocimiento especializado necesario, existe el riesgo de un derrame que afectaría a miles de pescadores artesanales y perjudicaría la actividad turística de la zona.
Es urgente corregir este despropósito y garantizar un manejo ambiental seguro del lote Z-69. Es necesario exigir que la operación y mantenimiento de este lote sea realizada por una empresa especializada en operaciones off-shore. Un solo derrame significativo podría tener consecuencias devastadoras para el ecosistema marino y la economía de los pescadores artesanales. El gobierno debe tomar medidas responsables para evitar un desastre que podría tener un impacto irreversible en la actividad petrolera off-shore en nuestro país.