De Ciudad Petrolera a Centro Global de Negocios: Houston lidera el avance en la transición energética y diversificación, asegurando el primer lugar en el ranking de inversión en América de FT-Nikkei.
Houston, la famosa ciudad petrolera de América, está dejando de depender del petróleo y abrazando la diversificación. La ciudad se ha convertido en un centro de innovación en energía verde y ahora alberga sectores como la tecnología médica y aeroespacial. Esta impresionante transformación ha llevado a Houston a ocupar el primer lugar en el ranking FT-Nikkei de Inversiones en América. Conocida por su cultura de trabajo duro y negociación, Houston ha atraído tanto a grandes como a pequeñas empresas, con 26 compañías Fortune 500 establecidas en la zona. Si bien la experiencia de Houston se encuentra en el sector energético, se está adaptando al panorama cambiante y tiene como objetivo convertirse en la "capital mundial de la transición energética". La infraestructura energética de la ciudad, su gran puerto y su sólida presencia en el mercado la hacen adecuada para la transición hacia la energía verde. Según McKinsey, la participación de Houston en el capital de transición energética podría alcanzar los $250 mil millones anuales para 2040. La ciudad ya ha visto inversiones en partes de vehículos eléctricos, materiales semiconductores y fabricación de baterías. Además, Houston también se está enfocando en otras áreas de innovación, como la salud y el espacio aeroespacial, con el Texas Medical Center y el Houston Spaceport liderando el camino. La capacidad de adaptación y diversificación de Houston la ha posicionado como un centro de negocios global, ofreciendo oportunidades en diversos sectores. A medida que la ciudad continúa atrayendo inversiones y fomentando la innovación, se está estableciendo como un actor clave en la transición energética y otras industrias de vanguardia.
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Houston, la ciudad petrolera de América, está tomando medidas para diversificar sus industrias y expandirse más allá de su dependencia del petróleo. La ciudad se ha convertido en un centro de innovación en energía verde y ahora alberga sectores como la tecnología médica y aeroespacial. Esta transformación ha ayudado a Houston a asegurar el primer lugar en la segunda edición anual de los rankings de inversión en América de FT-Nikkei. La reputación de la ciudad por el trabajo duro y los acuerdos ha atraído tanto a grandes como a pequeñas empresas, con 26 compañías Fortune 500 llamando hogar al área de Houston. Si bien la mayoría de estas empresas están en el sector de los hidrocarburos, Houston se está adaptando al cambiante panorama energético y se esfuerza por convertirse en la "capital de la transición energética del mundo".
La experiencia de Houston en energía, incluyendo la fabricación, ingeniería y los mercados de comercio, ahora se está aplicando a la transición hacia la energía verde. La ciudad cuenta con una sólida infraestructura energética y el puerto más grande de la nación. McKinsey estima que la participación de Houston en el capital de transición energética podría crecer del 6% en 2020 al 15% en 2040, alcanzando los $250 mil millones anuales. La ciudad ya ha visto inversiones en sectores de partes para vehículos eléctricos, materiales semiconductores y fabricación de baterías. Además de la transición energética, Houston también se está enfocando en otras áreas de innovación, como la salud y el espacio. El Texas Medical Center y el Houston Spaceport están impulsando avances en estos campos.
La transformación de Houston es un testimonio de su resiliencia y adaptabilidad. Desde sus orígenes como una ciudad petrolera, la ciudad ha abrazado el cambio y diversificado sus industrias. Si bien puede haber pasado desapercibida en comparación con centros tecnológicos como Austin y centros financieros como Dallas, Houston está haciendo un nombre para sí misma como un centro de negocios global. Ya no es solo una ciudad energética, sino una ciudad que ofrece oportunidades en diversos sectores. A medida que Houston continúa atrayendo inversiones y fomentando la innovación, se está posicionando como un actor clave en la transición energética y en otras industrias de vanguardia.