¡Adiós a los precios y tipos bajos! La era de la inflación y los tipos altos ha llegado, trayendo incertidumbre económica.
Bienvenidos a la era de la inflación alta, donde los tiempos de precios y tipos bajos han quedado atrás. Después de dos décadas de inflación baja, es hora de acostumbrarse a las subidas. Los vientos favorables que mantuvieron la inflación a raya ya no se repetirán.
La globalización, que contribuyó a reducir los costos de producción y mantener los precios bajos, ha perdido popularidad. La pandemia reveló el lado oscuro de la deslocalización, ya que muchos países se encontraron incapaces de fabricar productos básicos como guantes y mascarillas.
El cambio climático y la transición ecológica también han contribuido al encarecimiento de la vida. Si la inflación se queda, esto significa mayor incertidumbre económica, negociaciones salariales más difíciles, tipos de interés más altos y una recuperación de la crisis más lenta. Estamos en una nueva etapa y debemos adaptarnos a ella.
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar
asesoramiento y
gestión comercial en el ámbito de seguros y
reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Bienvenidos a la era de la inflación alta: se acabaron los tiempos de precios y tipos bajos, es hora de acostumbrarse a las subidas. Todos los vientos de cola que explicaban una inflación baja en los últimos 20 años seguramente no se vuelvan a repetir o incluso se den la vuelta.
Aquellos maravillosos años de inflación y tipos de interés bajos han pasado a la historia. Ahora, la economía entra en una nueva etapa: Bienvenidos a la era de la inflación y los tipos altos.
La globalización ha dejado de estar de moda. Durante años, contribuyó a la reducción de los costes de producción de las empresas, lo que permitía mantener los precios bajos. Pero con la pandemia, el mundo entero vio la otra cara de la globalización: al haber deslocalizado una parte de la producción a otros países, muchos países no eran capaces de fabricar bienes. Esto, en el caso de sectores estratégicos, se convirtió en dramas de Estado: el drama de no poder fabricar guantes de látex o mascarillas por haber deslocalizado una parte de su producción.
La caída del Muro de Berlín, en 1989, simbolizó el fin de la Guerra Fría y la construcción de un Nuevo Orden Mundial. Hoy, más de tres décadas después, se acabó la paz, y resulta que la guerra es inflacionista.
Que la vida esté encareciéndose a niveles no vistos desde los años 80 tiene varias causas, y una buena parte tienen que ver con el cambio climático y la transición ecológica.
Si la inflación ha venido para quedarse, aunque no sea en niveles históricamente altos, ¿Cómo le afecta a la economía? Básicamente, con una era de mayor incertidumbre. Además, también se introduce en otro ámbito: el de las negociaciones salariales. Para Romero, también se traducirá en tipos de interés más elevados y en una salida de la crisis más lenta.