"George Saravelos de Deutsche Bank lanza una verdad explosiva: el rendimiento del yen depende de las decisiones de tasas de interés del BoJ, ¡no de la intervención en el mercado de divisas!"
Según George Saravelos de Deutsche Bank, cualquier intento de Japón por defender al yen a través de intervención sería inútil. Saravelos argumenta que el bajo desempeño del yen se debe a que Japón tiene el rendimiento nominal más bajo a nivel mundial y rendimientos reales históricamente bajos, a pesar de la alta inflación. Los balances básicos amplios de Japón también se encuentran entre los peores a nivel mundial, ya que el Banco de Japón ha alentado a los inversores nacionales a trasladar su capital a activos extranjeros. Saravelos sugiere que la solución para estabilizar al yen es que el Banco de Japón detenga la flexibilización cuantitativa y comience a aumentar las tasas de interés. La intervención en el mercado de divisas podría tener el efecto contrario y afectar negativamente la posición externa y fiscal de Japón. En resumen, el bajo rendimiento del yen no se revertirá hasta que las tasas de interés se incrementen significativamente.
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Muy bien, parece que las opiniones sobre el Banco de Japón (BoJ) son tan diversas como siempre. Mientras Robin ha sido bastante optimista sobre el desempeño del BoJ, George Saravelos de Deutsche Bank tiene una opinión diferente al respecto. Prepárense, porque tiene algunos puntos interesantes que hacer.
Según Saravelos, cualquier intento de Japón de defender el yen a través de intervenciones sería inútil. ¿Por qué? Bueno, todo se reduce a un simple análisis de los impulsores del yen: rendimientos y cuentas externas. El yen japonés está en una liga similar a la lira turca y al peso argentino, con Japón teniendo el rendimiento nominal más bajo a nivel mundial. Como si eso no fuera suficiente, Japón también tiene rendimientos reales históricamente bajos debido a la negativa del BoJ de endurecer su política a pesar de la alta inflación. Para empeorar las cosas, los balances básicos generales de Japón están entre los peores a nivel mundial, no por un gran déficit de cuenta corriente, sino porque el BoJ ha alentado a los inversores nacionales a desplazar su capital hacia activos extranjeros. En otras palabras, ¿por qué los ciudadanos japoneses se molestarían en comprar un bono del gobierno japonés a 5 años con rendimientos tan bajos cuando podrían invertir en un bono del tesoro de EE.UU. a 5 años con rendimientos reales más altos?
Saravelos sugiere una solución simple para estabilizar el yen: el BoJ necesita dejar de lado su flexibilización cuantitativa (QE) y comenzar a subir las tasas de interés. Por otro lado, si el BoJ opta por una intervención en el mercado de divisas (FX), podría tener el efecto contrario, ejerciendo presión al alza sobre los rendimientos de EE.UU. y respaldando al dólar. Más importante aún, podría afectar negativamente la hoja de balance externa y la posición fiscal de Japón, especialmente considerando el aumento reciente del gasto fiscal. Básicamente, es lo contrario de lo que debería estar sucediendo cuando el costo de financiamiento del gobierno comienza a aumentar. ¿Recuerdan la crisis del Reino Unido el año pasado? Eso sirvió como recordatorio de cómo los mercados pueden reaccionar rápidamente cuando las políticas parecen un poco desequilibradas. Sin embargo, en el caso de Japón, es poco probable que estas no linealidades se manifiesten en el mercado de bonos, ya que el BoJ posee la mayoría de los bonos a diez años y más de la mitad de todos los bonos del gobierno japonés. En consecuencia, el mecanismo de formación de precios en el mercado de renta fija es prácticamente inexistente. En cambio, es probable que la presión se sienta únicamente a través del tipo de cambio, con la salida de capital acelerándose a medida que los rendimientos reales continúan sumergiéndose en territorio negativo.
En pocas palabras, Saravelos argumenta que para que el bajo rendimiento del yen se revierta, hay una cosa que debe suceder: el Banco de Japón debe comenzar a subir las tasas de interés más que solo un pequeño incremento. Hasta entonces, olvídense de la intervención en el mercado de divisas, no va a cambiar el juego. Deutsche Bank puede que no participe en el Pub Quiz de FTAV esta semana, por lo que no presenciaremos ningún debate acalorado en las calles. Pero una cosa es segura, no apostaría por el yen en un futuro cercano.