
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




La fiscalidad medioambiental se ha convertido en un tema de creciente preocupación y debate en el ámbito empresarial y económico. Durante el III Encuentro EXPANSIÓN Fiscal, expertos en el área expusieron la necesidad de replantear esta fiscalidad, argumentando que su actual implementación podría poner en riesgo la actividad económica. En este contexto, la voz de los empresarios y economistas se alza con el objetivo de encontrar un equilibrio que promueva la sostenibilidad sin sacrificar el crecimiento. Baltasar Gómez, director de Fiscalidad de Naturgy, destacó que a pesar de que la tendencia a imponer impuestos verdes se ha generalizado, en España no existe ninguno que cumpla con su función principal: modular comportamientos para, eventualmente, alcanzar una recaudación cero en el futuro. Esta perspectiva crítica resuena con el planteamiento de Luis Leis, profesor de la IE Law School, quien subrayó la importancia de que la Unión Europea ajuste su postura en materia fiscal medioambiental. Leis alertó sobre la necesidad de ser más realistas, especialmente en un contexto internacional que sigue cambiando. Los expertos coincidieron en que la transición hacia una economía verde no debe ser a expensas de la competitividad empresarial. Gómez enfatizó que, en un horizonte de 10 a 15 años, es fundamental permitir que la fiscalidad medioambiental evolucione de manera que brinde claridad y dirección, sin imponer costos exorbitantes a ciertos sectores. Se trata de un proceso que debe ser seguro y razonable, evitando que la rapidez en la implementación de medidas de sostenibilidad conduzca a resultados adversos. Carlos Lázaro, director de Asesoría Fiscal de Sabadell, aportó una visión más drástica, advirtiendo que las decisiones que se tomen en la actualidad definirán si se ha hecho un progreso significativo o si, por el contrario, se habrá comprometido el futuro económico europeo. Lázaro subrayó que una fiscalidad sostenible debe ser capaz de acompañar a las empresas en su transición sin convertirse en un freno a la inversión y al empleo. Los expertos también discutieron el doble enfoque de la fiscalidad verde: el "palo" y la "zanahoria". Mientras que el primero busca penalizar la contaminación, el segundo busca incentivar acciones sostenibles mediante reducciones fiscales. Esta dualidad resalta la necesidad de modular comportamientos en lugar de imponer cargas que puedan resultar perjudiciales para el tejido económico. A medida que se profundiza en la relación entre fiscalidad y sostenibilidad, se hace evidente que la fiscalidad puede tanto limitar como impulsar la transición hacia una economía más verde. Esto, según Lázaro, es crucial, ya que puede financiar inversiones que mejoren la competitividad de las empresas y, por ende, de la economía en su conjunto. Sin embargo, no solo la fiscalidad tiene un impacto directo. Los ponentes señalaron que el coste regulatorio de adaptación a nuevas normativas es otro factor que las empresas deben considerar. Gómez hizo hincapié en que esta incertidumbre genera una necesidad importante de recursos y asesoramiento fiscal, lo que puede representar una carga adicional para las empresas. El análisis de la regulación señala que la transición energética debe estar alineada con el aumento de la competitividad. Lázaro apeló a la necesidad de legislaciones que proporcionen certidumbre a los inversores a largo plazo, evitando un enfoque de cortoplacismo que podría perjudicar los esfuerzos por un futuro sostenible. La capacidad de reacción y adaptación a los cambios también fue un punto crucial en el debate. Leis argumentó que en un mundo donde la velocidad del cambio es cada vez mayor, es esencial que los gobiernos no solo implementen regulaciones, sino que también consideren incentivos que promuevan el cumplimiento y la eficiencia normativa. En definitiva, el futuro de la fiscalidad medioambiental se encuentra en una encrucijada donde es necesario encontrar un equilibrio que permita avanzar hacia la sostenibilidad. La colaboración entre el sector público y privado, junto con una visión clara y a largo plazo, será clave para lograr un ecosistema económico que favorezca tanto el crecimiento como la protección del medio ambiente. Las voces reunidas en el Encuentro EXPANSIÓN Fiscal apuntan a que, si bien la sostenibilidad es un objetivo primordial, su implementación debe ser inteligente y realista, sin sacrificar la viabilidad económica de las empresas.