El primer ministro de China establece un ambicioso objetivo de crecimiento en medio de desafíos económicos.
El primer ministro Li establece un objetivo de crecimiento del 5% para China en medio de desafíos económicos, centrándose en el mercado inmobiliario, financiero y avances tecnológicos. Se avecinan desafíos con incertidumbres en la tasa de crecimiento potencial y problemas persistentes en el mercado inmobiliario y la deflación. La economía de China enfrenta complejidades en medio de disputas comerciales y preocupaciones por la demanda interna, apuntando a objetivos de crecimiento ambiciosos.
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El primer ministro Li Qiang de China estableció un ambicioso objetivo de crecimiento de alrededor del 5% para este año durante la apertura del Congreso Nacional del Pueblo (NPC) anual el martes. Este anuncio se produce mientras China enfrenta desafíos económicos que aún no han sido resueltos, con el país luchando por revitalizar su una vez próspera economía.
Reconociendo las dificultades que enfrenta la economía de China, el primer ministro Li destacó riesgos agudos en áreas como el sector inmobiliario, la deuda de los gobiernos locales y las instituciones financieras pequeñas y medianas. El gobierno tiene como objetivo abordar estos problemas con una serie de medidas, incluido el desarrollo de iniciativas para abordar problemas en el sector inmobiliario afectado por la crisis y la creación de 12 millones de empleos en áreas urbanas. Además, se enfocará en regular el mercado financiero y avanzar en la investigación en nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y las ciencias de la vida.
Durante décadas, China experimentó un rápido crecimiento económico, con un aumento promedio del PIB cercano al 10% anual. Sin embargo, las cifras recientes muestran tasas de crecimiento más lentas, con la economía expandiéndose un 5.2% el año pasado. Algunos críticos argumentan que la tasa de crecimiento real podría ser significativamente menor de lo reportado, poniendo en duda la precisión de las cifras oficiales.
Según Andrew Collier, Director Gerente de Orient Capital Research, los próximos años pueden resultar desafiantes para la economía de China. Sugiere que las tasas de crecimiento podrían ser tan bajas como del 1% o 2%, muy por debajo de las cifras reportadas. En medio de estas incertidumbres, China enfrenta una serie de desafíos económicos, incluida una crisis en el mercado inmobiliario, altas tasas de desempleo juvenil y la amenaza de la deflación a medida que los precios al consumidor continúan cayendo.
El mercado inmobiliario, que representa alrededor del 20% de la economía china, plantea un desafío significativo, con los bancos regionales fuertemente expuestos a los riesgos dentro de este sector. Los problemas recientes enfrentados por destacados desarrolladores como Country Garden y Evergrande han destacado la gravedad de la crisis. Además de los problemas del mercado inmobiliario, China también está lidiando con la deflación, ya que los precios al consumidor han estado disminuyendo durante varios meses, afectando el gasto del consumidor y las obligaciones de deuda.
Las luchas económicas de China se ven complicadas por problemas a largo plazo como la desaceleración del crecimiento de la productividad, una población envejecida y tensiones geopolíticas, especialmente en relación con Taiwán. La disputa comercial en curso con Estados Unidos, junto con la perspectiva de tensiones crecientes bajo un posible segundo mandato del ex presidente Donald Trump, se suma a los desafíos que enfrenta la economía china.
A medida que China navega por estos paisajes económicos complejos, los responsables políticos trabajan para restaurar la confianza y fortalecer la demanda interna. Sin embargo, el camino por delante sigue siendo incierto, y es poco probable que el país experimente un regreso a las tasas de crecimiento de dos dígitos del pasado en el corto plazo. Queda por verse si los ambiciosos objetivos económicos de China para 2024 pueden lograrse frente a estos formidables desafíos.