Economía peruana: Proyectan crecimiento del 1.9% para el 2024, pero advierten riesgos empresariales y del Fenómeno El Niño.
El Instituto Peruano de Economía (IPE) proyecta un crecimiento del 1.9% para la economía peruana en 2024. Se espera que este crecimiento sea impulsado por una mejora en el gasto privado, debido a una menor inflación y condiciones favorables de financiamiento. Sin embargo, el IPE también destaca que la falta de confianza empresarial y el Fenómeno El Niño se mantienen como los mayores riesgos para la economía peruana. Si las expectativas empresariales siguen siendo pesimistas, la inversión privada podría caer un 1.5% en lugar de crecer un 0.3%. Por otro lado, si el Fenómeno El Niño es débil, sectores como la agricultura y la pesca podrían recuperarse significativamente, lo que resultaría en un crecimiento económico mayor al esperado en 2024.
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El Instituto Peruano de Economía (IPE) proyecta un crecimiento de la economía peruana del 1.9% para el año 2024. Según el IPE, este crecimiento estaría impulsado por una mejora del gasto privado, en un contexto de menor inflación y condiciones de financiamiento favorables para el consumo y la inversión.
Sin embargo, el IPE también señala que la baja confianza empresarial y el Fenómeno El Niño (FEN) se mantienen como los mayores riesgos para la economía peruana.
El IPE destaca que si las expectativas empresariales se mantienen pesimistas hasta el cierre del 2024, la inversión privada podría mostrar una caída del 1.5%, en lugar de crecer un 0.3% como se estimó inicialmente. Sin embargo, si se registra un FEN débil, sectores como la agricultura y la pesca podrían recuperarse significativamente, lo que podría resultar en un crecimiento económico mayor al esperado en el 2024.
En noviembre de 2023, la economía peruana registró un crecimiento anual del 0.3%, el mayor avance desde abril del año anterior, poniendo fin a seis meses consecutivos de contracción. Este resultado se debe al mayor dinamismo de los sectores primarios, como la minería metálica, que contrarrestó el retroceso de actividades vinculadas a la inversión, como la manufactura no primaria y la construcción.
El crecimiento del PBI primario se aceleró a un ritmo del 8.9% en noviembre, alcanzando su mayor avance del 2023 hasta la fecha. Este rebote fue impulsado por el aumento de la actividad minera, especialmente en la producción de cobre en yacimientos como Quellaveco, Antamina y Las Bambas.
Además de la minería, otros sectores como la manufactura primaria y la agricultura también contribuyeron al crecimiento económico. La manufactura primaria se benefició de la autorización de la segunda temporada de pesca en la zona norte centro, mientras que la agricultura experimentó una recuperación debido al aumento de los cultivos orientados al mercado externo.
En contraste, los sectores no primarios vinculados a la demanda interna registraron una caída del 1.4% en noviembre, acumulando 12 meses consecutivos en negativo. Los rubros relacionados a la inversión, como la manufactura no primaria y la construcción, fueron los más afectados, mientras que el comercio y los servicios mostraron un bajo dinamismo.
Los indicadores disponibles para diciembre de 2023 sugieren que el rebote de los sectores primarios perdió impulso en el cierre del año, principalmente debido a una menor captura de anchoveta en comparación con el mismo mes del año anterior. Esto afectó negativamente a la pesca y la manufactura primaria. Además, las expectativas empresariales siguen siendo pesimistas, lo que indica una continua debilidad de los sectores vinculados a la demanda interna. Por lo tanto, el IPE mantiene su proyección de una contracción económica del 0.6% para el año 2023.