Nueva crisis golpea al comercio global: los ataques en el Mar Rojo llevan a las empresas a detener el tránsito, amenazando una ruta comercial clave y la inflación.
Una nueva crisis se está desarrollando en el comercio global a medida que los militantes hutíes de Yemen continúan sus ataques a barcos comerciales en el Mar Rojo, lo que ha llevado a importantes compañías como BP y gigantes del transporte de contenedores a suspender el tránsito a través del Mar Rojo y del crucial Canal de Suez. Esta interrupción en una ruta comercial clave, responsable del 10-15% del comercio global y del 30% del comercio de contenedores, se prevé que provoque un aumento en los costos de flete y en los tiempos de entrega. Para proteger el transporte marítimo comercial, Estados Unidos y otros nueve países han iniciado una misión naval en el Mar Rojo. Ya se ha producido un aumento en los precios del petróleo debido a la suspensión de los envíos. Se prevé que el impacto en los precios del petróleo crudo y del gas natural licuado sea mínimo debido a la posibilidad de redirigir los buques. Sin embargo, puede haber congestión y mayores costos de flete si se producen redirecciones significativas, lo que podría llevar a un aumento en los precios al consumidor. Las compañías navieras ya están redirigiendo sus barcos a través del Cabo de Buena Esperanza, lo que resulta en tiempos de tránsito más largos y mayores gastos. Esta crisis en el Mar Rojo coincide con las restricciones en el tráfico a través del Canal de Panamá debido a una grave sequía, lo que aumenta aún más las preocupaciones sobre las cadenas de suministro globales. La duración de esta interrupción determinará su impacto en el comercio global y la inflación, resaltando la importancia de proteger las principales rutas de transporte marítimo.
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Una nueva crisis está emergiendo en el comercio global a medida que los ataques a barcos comerciales en el Mar Rojo por parte de los militantes houthis de Yemen han llevado a importantes compañías, incluyendo BP y gigantes del transporte de contenedores, a detener el tránsito a través del Mar Rojo y del vital Canal de Suez. Se espera que esta interrupción en una de las principales rutas comerciales del mundo, a través de la cual fluye el 10-15% del comercio global y el 30% del comercio de contenedores, aumente los costos de transporte y los tiempos de entrega. Estados Unidos y otros nueve países han lanzado una misión naval para proteger el transporte comercial en el Mar Rojo debido a su importancia crítica para la economía global.
La suspensión de los envíos a través del Mar Rojo ya ha llevado a un aumento en los precios del petróleo, que habían estado disminuyendo durante siete semanas consecutivas. Europa, en particular, depende en gran medida del Canal de Suez para las importaciones de productos petrolíferos refinados, lo que la convierte en la región más expuesta a la interrupción. Sin embargo, los analistas de Goldman Sachs creen que el impacto en los precios del petróleo crudo y del gas natural licuado será limitado debido a la posibilidad de redirigir los buques. Además de las implicaciones para los precios del petróleo, una reorientación significativa del comercio podría causar congestión en las cadenas de suministro y mayores costos de transporte, lo que podría llevar a un aumento de los precios al consumidor.
Las compañías navieras, como MSC, Maersk, Hapag-Lloyd y CMA CGM, ya están redirigiendo los barcos a través del Cabo de Buena Esperanza, lo que resulta en tiempos de tránsito más largos y mayores costos. Aunque actualmente existe una capacidad de envío excedente, los tiempos de entrega más largos podrían tener efectos en cadena en las cadenas de suministro. La situación en el Mar Rojo llega en un momento en que el tráfico a través del Canal de Panamá también está restringido debido a una grave sequía, lo que agrava aún más las preocupaciones sobre las cadenas de suministro globales.
La duración de la interrupción en el Mar Rojo y el Canal de Suez determinará el alcance de su impacto en el comercio global y la inflación. A medida que el mundo observa de cerca estos acontecimientos, la importancia de las principales rutas marítimas y la necesidad de protegerlas de las interrupciones se han vuelto una vez más evidentes.