El pensamiento mágico en materia monetaria persiste en Argentina y en muchos otros lugares del mundo

El pensamiento mágico en materia monetaria persiste en Argentina y en muchos otros lugares del mundo

Argentina se encuentra en un debate sobre su sistema monetario luego de elegir a Javier Milei como presidente. Milei propone reemplazar el peso argentino por el dólar estadounidense. Aunque no se sabe si cumplirá esta promesa, queda claro que persiste el pensamiento mágico en Argentina y en otros lugares. El dinero tiene un elemento de magia, pero la idea de que una nueva moneda o palabras mágicas resolverán los problemas económicos es una ilusión. Argentina ha experimentado los efectos negativos de la manipulación monetaria en el pasado. Cambiar la moneda por sí sola rara vez tiene efectos mágicos. Se requiere reformas políticas y medidas económicas estructurales para abordar los problemas, no palabras mágicas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Argentina se encuentra en medio de un debate sobre su sistema monetario después de elegir a Javier Milei como su nuevo presidente. Milei, conocido por su plataforma libertaria radical, propuso la eliminación del peso argentino y su reemplazo por el dólar estadounidense. Sin embargo, todavía no está claro si cumplirá esta promesa o qué tan radical será su enfoque en general. Lo que sí queda claro es que el pensamiento mágico en materia monetaria persiste en Argentina y en muchos otros lugares del mundo. El dinero, en sí mismo, tiene un elemento de magia. Es sorprendente cómo la gente puede convencer a otros de dar bienes y servicios a cambio de simples pedazos de papel sin valor intrínseco. Incluso con la tecnología actual, donde las transacciones se realizan electrónicamente, el concepto sigue siendo el mismo: representaciones digitales de papel sin valor. Aunque el dinero existe y funciona, incluso sin un respaldo oficial, la idea de que una nueva moneda o las palabras mágicas correctas puedan resolver los problemas económicos de un país es una ilusión. Argentina ha experimentado los efectos de la manipulación monetaria en el pasado. En 1991, el país intentó controlar la inflación vinculando el peso al dólar, respaldando cada peso en circulación con un dólar en reserva. Sin embargo, esta medida no logró resolver los persistentes déficits presupuestarios y la falta de competitividad en el mercado internacional. Al vincular su moneda a una economía y un país que no era su principal socio comercial, Argentina pagó el precio al ver cómo sus exportaciones se volvían menos competitivas y sufrir una recesión prolongada. La historia también nos enseña que introducir una nueva moneda puede frenar la inflación si se acompaña de otras reformas políticas importantes. Brasil es un ejemplo de éxito en este aspecto, ya que logró reducir la inflación a largo plazo al reemplazar su antigua moneda, el cruzeiro, por el real. Sin embargo, es fundamental comprender que cambiar la moneda por sí sola rara vez tiene efectos mágicos. Además, es importante destacar que, a pesar de los problemas que enfrenta Estados Unidos, su moneda prácticamente no tiene defectos significativos. En conclusión, la magia monetaria es solo una ilusión. Argentina y otros países deben centrarse en reformas políticas sólidas y medidas económicas estructurales para abordar sus problemas, en lugar de confiar en soluciones mágicas como la dolarización o la introducción de nuevas monedas. El camino hacia la estabilidad económica requiere planificación estratégica y decisiones fundamentadas, no palabras mágicas.
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