Argentina tiene la oportunidad de ser un actor clave en la seguridad energética del futuro y avanzar hacia una economía sostenible.
Argentina se encuentra en una posición clave para convertirse en un actor importante en la seguridad energética del futuro a medida que avanza hacia una economía sostenible de bajas emisiones. En la próxima reunión de líderes en la COP28 en Dubái se debatirá sobre la transición hacia una economía basada en la descarbonización industrial, lo que determinará el papel del país en la nueva economía sostenible. Argentina ha mostrado avances en la transformación hacia fuentes de energía renovables y tecnologías limpias, como el hidrógeno bajo en carbono. Además, se han incrementado las inversiones en energías limpias y se espera que Argentina contribuya a la seguridad energética del futuro, generando empleo y diversificando su modelo productivo. Las alianzas estratégicas y el financiamiento internacional serán fundamentales en esta transición. Argentina ha establecido una relación bilateral con Alemania para respaldar proyectos internacionales y la inversión en sectores estratégicos. La participación de la banca multilateral de desarrollo será vital para movilizar fondos e inversiones. Esta transición hacia una economía sostenible no solo es una aspiración, sino una realidad a nivel internacional que establecerá nuevos estándares de competitividad y marcará flujos de comercio e inversiones. Argentina tiene la oportunidad de consolidar un nuevo paradigma de desarrollo sostenible y ocupar un lugar prominente en la nueva economía global. El compromiso del país es trabajar en esta dirección para garantizar un futuro próspero basado en la sustentabilidad.
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Argentina tiene la oportunidad de convertirse en un actor clave en la seguridad energética del futuro a medida que avanza hacia una economía sostenible de bajas emisiones. En la reunión de líderes en la COP28 en Dubái, se debatirá sobre la transición hacia una economía basada en la descarbonización industrial, lo que determinará si el país estará entre los actores de la nueva economía sostenible o si deberá enfrentar los costos de mantener una matriz energética obsoleta. Esta transición se basa en la transformación hacia fuentes de energía renovables y tecnologías limpias, como el hidrógeno bajo en carbono, que ya forma parte de los planes de negocio de empresas argentinas como YPF y Capsa-Capex. Además, las inversiones en energías limpias han aumentado significativamente y se espera que Argentina ocupe un lugar destacado en la seguridad energética del futuro, generando miles de puestos de trabajo y contribuyendo a la diversificación de su modelo productivo.
En este sentido, las alianzas estratégicas y el financiamiento internacional desempeñarán un papel fundamental en el impulso de esta transición energética. La Argentina ha establecido una dinámica bilateral sin precedentes con Alemania, que respalda la ejecución de proyectos internacionales y la inversión en sectores estratégicos. Además, se reconoce la importancia de la participación de la banca multilateral de desarrollo para movilizar fondos e inversiones que impulsen la transición hacia una economía sostenible.
Esta transición hacia una economía sostenible no solo es una aspiración, sino una realidad a nivel internacional que establecerá nuevos estándares de competitividad y marcará flujos de comercio e inversiones. Argentina tiene la oportunidad de consolidar un nuevo paradigma de desarrollo, más sostenible, inclusivo y federal, y ocupar un lugar destacado en la mesa de articuladores de la nueva economía global. La prosperidad basada en la sustentabilidad será un pilar para el futuro del país, y su compromiso es trabajar en esta dirección.