El plan de estímulo económico del primer ministro Kishida fracasa: el dinero gratuito es rechazado por el público japonés, prefieren ahorrar en lugar de gastar.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, está enfrentando dificultades para ganarse al público. A pesar de sus esfuerzos por impulsar la economía y proporcionar alivio financiero a los contribuyentes, la respuesta ha sido decepcionante. Una encuesta reciente reveló que su índice de aprobación cayó a un desalentador 29.1%, una fuerte disminución de casi 11 puntos porcentuales. Lo que resulta desconcertante es el plan de Kishida para distribuir 40,000 yenes ($267) por contribuyente como un reembolso único de los ingresos fiscales, junto con fondos adicionales para los hogares de bajos ingresos. Sin embargo, un abrumador 64% de los encuestados en una encuesta de JNN desaprobó esta propuesta, creyendo que tendría un impacto mínimo en la economía. Con una popularidad en picada y un paquete de estímulo rechazado, Kishida enfrenta una batalla cuesta arriba. Quizás sea hora de un Plan B, ya que el rechazo al dinero gratuito sugiere que algo anda mal.
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El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, parece estar batallando para ganarse a la gente. A pesar de sus mejores esfuerzos por estimular la economía y devolver dinero a los contribuyentes, la respuesta ha sido decepcionante. De hecho, en una encuesta reciente, su índice de aprobación cayó a un desalentador 29.1%, una caída sorprendente de casi 11 puntos porcentuales. ¡Vaya!
Lo que realmente tiene a la gente rascándose la cabeza es el plan de Kishida de repartir 40,000 yenes ($267) por contribuyente como un reembolso único de los ingresos fiscales del país, junto con dinero adicional para los hogares de bajos ingresos. Uno pensaría que el dinero gratis sería una obviedad, ¿verdad? Bueno, piénsalo de nuevo. Según una encuesta realizada por JNN, un abrumador 64% de los encuestados desaprobaron este plan. Ellos creen que el impacto en la economía será mínimo, ya que es probable que la mayor parte del dinero termine en ahorros en lugar de volver a circular.
Las cosas no pintan bien para Kishida. Con su popularidad alcanzando nuevos mínimos y la gente rechazando su paquete de estímulo económico bien intencionado pero aparentemente ineficaz, tiene una batalla cuesta arriba bastante difícil por delante. Tal vez sea hora de un Plan B, porque cuando la mayoría dice "gracias, pero no gracias" al dinero gratis, sabes que algo no está del todo bien.