Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Desde el inicio de 2025, las regiones de Afar y Oromía en Etiopía se han convertido en el epicentro de una serie de terremotos, siendo el más significativo registrado con una magnitud de 5.7 el 4 de enero. Este temblor fue seguido de cerca por otro terremoto de magnitud 5.5 apenas un día antes, lo que ha generado alarmas sobre la estabilidad sísmica de la zona. El Servicio Geológico de EE. UU. y el Centro de Investigación Alemán para Ciencias de la Tierra han identificado el epicentro de estos eventos a 142 kilómetros al este de Adís Abeba, la capital, lo cual es alarmante dado la densidad poblacional y la infraestructura de la región. Como medida de precaución, el Consejo de Gestión de Riesgos de Desastres de Etiopía ha iniciado la reubicación de aproximadamente 60,000 residentes a refugios temporales debido al potencial de más actividad sísmica. Los recientes terremotos han aumentado los temores de erupciones volcánicas, particularmente alrededor de los volcanes activos Fentale y Dofen, que se encuentran en estrecha proximidad a la actividad sísmica. Amdemichael Tadesse, un investigador de volcanes, explica la relación entre los terremotos y la actividad volcánica en esta región geológicamente dinámica. Etiopía está situada a lo largo del Sistema de Rift de África Oriental, lo que la hace propensa tanto a terremotos como a erupciones volcánicas. Aunque la ocurrencia de terremotos que desencadenan actividad volcánica es típicamente rara, la serie actual está vinculada a movimientos magmáticos bajo la superficie en las regiones afectadas. Etiopía cuenta con alrededor de 50 volcanes activos, muchos de los cuales se encuentran dentro del Rift etíope, que es reconocido como un punto caliente de actividad volcánica. Estos volcanes poseen reservorios de magma que podrían potencialmente llevar a futuras erupciones. Si bien las erupciones volcánicas pueden ocurrir de manera independiente, la interacción entre la actividad tectónica y el movimiento del magma a menudo resulta en un aumento de eventos sísmicos, observable como enjambres de terremotos en regiones volcánicas. Los recientes eventos sísmicos han llevado a un examen más detallado de los riesgos asociados con posibles erupciones volcánicas. Las actividades volcánicas y sísmicas comparten un origen común arraigado en los procesos geológicos de la Tierra, particularmente el movimiento de las placas tectónicas. A medida que estas placas se desplazan, generan tanto terremotos como las condiciones que pueden llevar a erupciones volcánicas. El magma ascendente ejerce presión sobre las formaciones rocosas circundantes, causando que se fracturen, lo que a su vez genera ondas sísmicas. A la luz de estos desarrollos, los expertos enfatizan la importancia de medidas proactivas para mitigar los riesgos que plantean las erupciones volcánicas y los terremotos. Si bien los fenómenos naturales en sí no se pueden prevenir, sus impactos pueden reducirse a través de una planificación, monitoreo y estrategias de comunicación efectivas. Los sistemas de alerta temprana que utilizan datos satelitales y monitoreo sísmico proporcionan información crítica sobre cambios en la actividad del suelo y posibles indicadores de erupción. Además, los mapas de riesgo detallados son invaluables para la planificación urbana y el desarrollo de infraestructura, guiando a las autoridades en la determinación de zonas seguras para los residentes. Establecer canales de comunicación confiables entre científicos, funcionarios gubernamentales y el público también es crucial para la difusión oportuna de información durante emergencias. La preparación de la comunidad es otro componente esencial de la gestión del riesgo. La capacitación regular y las iniciativas educativas pueden empoderar a los ciudadanos con conocimientos sobre señales volcánicas, rutas de evacuación y protocolos de emergencia. La Comisión de Gestión de Riesgos de Desastres de Etiopía juega un papel fundamental en la implementación de estos sistemas, sin embargo, las ideas de países como Japón, conocido por sus robustas estrategias de respuesta a desastres, podrían mejorar aún más los esfuerzos de preparación de Etiopía. Finalmente, mantener reservas de suministros de emergencia, incluyendo alimentos, agua y kits médicos, es crítico para una respuesta efectiva ante desastres. Equipos especializados entrenados en volcanología y gestión de desastres pueden garantizar una respuesta coordinada y rápida ante cualquier amenaza emergente. A medida que Etiopía navega estos desafíos sísmicos, las lecciones aprendidas tanto de datos históricos como de prácticas contemporáneas serán esenciales para salvaguardar vidas y minimizar los impactos de futuras actividades geológicas. La interacción entre la educación, la resiliencia de la infraestructura y la preparación sistemática puede, en última instancia, transformar la forma en que las comunidades responden a estos eventos naturales impredecibles.