Janet Tello asume la presidencia del Poder Judicial, un hito para la justicia en Perú

Janet Tello Gilardi, una figura destacada en el ámbito judicial peruano, ha sido nombrada presidenta del Poder Judicial, convirtiéndose en la segunda mujer en ocupar este importante cargo, después de la jueza suprema Elvia Barrios. Su trayectoria profesional es notable y se extiende a lo largo de más de cuatro décadas en el sistema de justicia del país. La magistrada, graduada en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), ha demostrado un firme compromiso con la justicia y el acceso a la misma, especialmente para las poblaciones vulnerables. Desde su ingreso al Poder Judicial en 1982, Tello ha acumulado una vasta experiencia en diversas áreas del derecho. En 2013 fue nombrada juez suprema titular, un paso significativo en su carrera que la ha llevado a ocupar importantes posiciones de liderazgo dentro del sistema judicial. Su formación académica es igualmente impresionante: es doctora en Derecho y Ciencia Política por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y ha completado múltiples maestrías, lo que demuestra su constante búsqueda de conocimiento y su dedicación al servicio público. Antes de asumir la presidencia del Poder Judicial, Tello ocupó roles clave que reflejan su liderazgo y compromiso con la justicia. Se desempeñó como presidenta de la Primera Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema, así como de la Comisión Permanente de Acceso a la Justicia de Personas en Condición de Vulnerabilidad. Estos cargos subrayan su enfoque en garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de su situación, tengan acceso a un sistema judicial justo y equitativo. Su labor ha sido reconocida tanto a nivel nacional como internacional. En 2016, Tello representó a Perú en la Cumbre Mundial de Jueces convocada por el Papa Francisco I, donde se discutieron temas fundamentales como la trata de personas y el crimen organizado. Este evento resalta su relevancia en la lucha por los derechos humanos y su compromiso en abordar problemáticas sociales complejas. El reconocimiento a su labor no se limita al ámbito internacional. En 2019, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables la condecoró por su contribución a una sociedad libre de violencia hacia las mujeres, destacando su esfuerzo por superar estereotipos de género en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres. Este reconocimiento es un testimonio de su papel pionero en la promoción de la igualdad de género dentro del sistema judicial. En 2021, su dedicación a la justicia y su compromiso con la independencia del Poder Judicial fueron reconocidos por la Asociación Nacional de Juezas del Perú, que la nombró Magistrada Emblemática del Bicentenario de la Independencia del Perú. Este galardón refuerza su relevancia en el contexto judicial y su contribución al fortalecimiento del sistema de justicia en el país. La carrera de Janet Tello es un ejemplo de cómo la perseverancia y el compromiso pueden llevar a cambios significativos en las instituciones. Su ascenso a la presidencia del Poder Judicial es un hito importante para las mujeres en la justicia, y su liderazgo es visto como un paso hacia la modernización y la mejora de la percepción pública del Poder Judicial en Perú. El reto que enfrenta ahora Tello es monumental. La administración de justicia en el país ha sido objeto de críticas, y muchos esperan que su liderazgo traiga consigo reformas y un enfoque más inclusivo y justo. Como presidenta, su enfoque en la justicia social y el acceso equitativo a la misma será crucial para abordar las brechas que aún existen en el sistema. Con su experiencia y formación, Tello está en una posición privilegiada para liderar el Poder Judicial en un momento en que la confianza pública en las instituciones es vital. Los ciudadanos esperan que su nombramiento no solo represente un avance para las mujeres en la justicia, sino también un compromiso renovado hacia un sistema judicial más justo y accesible para todos. Su gestión seguramente será vigilada de cerca, tanto por quienes la apoyan como por aquellos que esperan ver cambios reales en el panorama judicial del país.