Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Perú ha demostrado su capacidad organizativa y diplomática al concluir con éxito su rol como anfitrión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Este evento, que se celebró en Lima, reunió a líderes de algunas de las economías más influyentes del mundo, incluyendo a Xi Jinping de China y Joe Biden de Estados Unidos. La cumbre, que se ha celebrado en tres ocasiones anteriores en el país, marca un hito en la inserción de Perú dentro del bloque Asia-Pacífico, resaltando su relevancia en el escenario internacional. Uno de los momentos más destacados de la cumbre fue la inauguración del megapuerto de Chancay, ubicado a 80 kilómetros de Lima. Este ambicioso proyecto, una inversión conjunta de China y Perú que comenzó en 2007, representa un costo total que superará los 2.200 millones de dólares en su fase inicial. Los expertos consideran que este puerto moderno no solo transformará el comercio en la región, sino que podría tener un impacto significativo en economías vecinas como la de Chile. Analistas internacionales han señalado que Perú se proyectó como un “novio codiciado” durante la cumbre, con ambos gigantes, China y Estados Unidos, compitiendo por estrechar lazos con el país andino. Estados Unidos, en particular, mostró un interés renovado en fortalecer su relación con Perú, obsequiando nueve helicópteros y anunciando planes para establecer bases de la NASA en el país. El subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Brian Nichols, destacó el compromiso de Estados Unidos con una cooperación más cercana en los próximos años. El diario español El País reportó que China busca afianzar su presencia en América Latina, consolidando a Perú como el principal hub portuario del Pacífico Sur. Esto se evidenció en una reunión extraoficial entre Xi Jinping y Joe Biden poco antes de que ambos líderes abandonaran Lima, un encuentro que simboliza la creciente importancia geopolítica de Perú. En la clausura del evento, la presidenta Dina Boluarte celebró el impacto positivo que tuvo la cumbre en la imagen internacional del país y en el fortalecimiento de su política exterior. Boluarte mencionó que los líderes de las 21 economías APEC elogiaron la hospitalidad peruana y la impecable organización del evento, lo que refuerza la reputación de Perú como un anfitrión eficaz en foros internacionales. Durante la cumbre, se firmaron importantes acuerdos comerciales, destacando un tratado de libre comercio con Hong Kong y un protocolo para optimizar el tratado existente con China. Boluarte resaltó que Perú introdujo en la agenda de APEC la necesidad de formalizar la economía informal, proponiendo tres prioridades temáticas para el futuro: comercio e inversión inclusivo, innovación y digitalización, y un crecimiento sostenible. Al finalizar el evento, los ministros de las 21 economías emitieron una declaración conjunta que propone un camino hacia el crecimiento económico basado en el lema “Empoderar. Incluir. Crecer”. Esta declaración refleja el compromiso de los países miembros de abordar las necesidades reales de sus pueblos, reafirmando la importancia del trabajo conjunto en la región. La llegada de líderes mundiales a Lima, a pesar de los desafíos internos que enfrenta Perú, ha sido interpretada como un logro significativo para la diplomacia peruana. Como comentó el analista Ramiro Escobar, la presencia de figuras como Xi Jinping y Joe Biden destaca la efectividad de la estrategia peruana para atraer a estos líderes globales, así como el interés de grandes corporaciones en el país. Sin embargo, algunos analistas advierten sobre la necesidad de tener cautela en la relación con China, dada la creciente dependencia que Perú podría desarrollar hacia este gigante asiático. Aunque el megapuerto de Chancay representa una oportunidad de crecimiento, es crucial que Perú formule una estrategia equilibrada que le permita diversificar sus relaciones comerciales y no convertirse en un país excesivamente dependiente de una sola potencia. Por último, el encuentro entre Boluarte y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, que se produjo al final del evento, señala un deseo de continuar estrechando lazos con otras naciones. Con esto, Perú no solo reafirma su posición en el APEC, sino que también se perfila como un puente estratégico entre Asia y América del Sur, un papel que podría ser clave para su desarrollo futuro en el contexto global.