Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En España, más de 100.000 personas viven con demencia con cuerpos de Lewy, una enfermedad neurodegenerativa que se sitúa como la tercera causa de demencia en el país, solo superada por el Alzheimer y la demencia vascular. Desde hace dos años, el 28 de enero se conmemora el Día Mundial de la Demencia con Cuerpos de Lewy, con el objetivo de crear conciencia sobre esta patología que, a menudo, desgraciadamente, permanece en las sombras. La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que entre un 10% y un 20% de los casos de demencia en España corresponden a esta enfermedad, lo que pone de relieve la magnitud del problema. La Dra. Raquel Sánchez-Valle, Coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN, destaca que la demencia con cuerpos de Lewy comparte características tanto clínicas como biológicas con el Alzheimer y el Parkinson, lo que puede complicar su identificación. Sin embargo, el diagnóstico preciso es crucial para garantizar un manejo clínico adecuado. Uno de los principales retos asociados con la demencia con cuerpos de Lewy es su variabilidad en la presentación de síntomas. Los primeros signos de esta enfermedad suelen confundirse con otros trastornos, incluida la psiquiatría, lo que contribuye a su infradiagnóstico. De hecho, es común que los pacientes experimenten un retraso en el diagnóstico, lo que agrava su situación. La Dra. Sánchez-Valle subraya la importancia de un diagnóstico temprano para mejorar la calidad de vida de los afectados. La aparición de deterioro cognitivo es uno de los rasgos distintivos de esta demencia, con un enfoque particular en las alteraciones atencionales y visoespaciales, además de un enlentecimiento psicomotor. También se pueden presentar manifestaciones neuropsiquiátricas, como ilusiones o alucinaciones visuales, que afectan a un alto porcentaje de los pacientes. Estos síntomas, junto con trastornos motores y del sueño, deben hacer sospechar la enfermedad y facilitar un diagnóstico oportuno. El curso de la demencia con cuerpos de Lewy tiende a ser agresivo, con una expectativa de vida de aproximadamente cinco a seis años tras el diagnóstico. A medida que avanza la enfermedad, los pacientes enfrentan un aumento en la discapacidad y dependencia, lo que se traduce en mayores costos de atención. Es fundamental que tanto los profesionales de la salud como los familiares estén informados sobre la naturaleza de esta enfermedad para poder ayudar a quienes la padecen. La acumulación de cuerpos de Lewy en el cerebro, caracterizada por depósitos anormales de la proteína alfa-sinucleína, es lo que define esta enfermedad. Aunque no se conocen completamente las causas de esta acumulación, se han identificado varios factores de riesgo, incluyendo la edad, el sexo y la historia familiar. Estas características demuestran que la demencia con cuerpos de Lewy no distingue entre individuos, pero sí afecta desproporcionadamente a hombres y a personas mayores. Uno de los aspectos más alarmantes es el tiempo que puede llevar obtener un diagnóstico adecuado. En un tercio de los casos, el proceso puede extenderse más de dos años. Este retraso no solo afecta el tratamiento, sino que también puede impactar la calidad de vida del paciente y de sus seres queridos. La Dra. Sánchez-Valle enfatiza la necesidad de contar con pruebas diagnósticas confiables que permitan identificar la enfermedad en vida, lo que es clave para una intervención médica efectiva. Aunque actualmente solo existen tratamientos sintomáticos, la personalización de la farmacoterapia es esencial, considerando la hipersensibilidad a los neurolépticos de muchos pacientes. La individualización del tratamiento, que debe considerar todos los síntomas presentados por el paciente, se presenta como un desafío importante para los médicos. Sin embargo, los esfuerzos en investigación clínica son vitales para el desarrollo de nuevas terapias que puedan mejorar la calidad de vida y retrasar la dependencia. A medida que la conciencia sobre la demencia con cuerpos de Lewy crece, también lo hace la esperanza de que más personas sean diagnosticadas y tratadas adecuadamente. La educación y la sensibilización son herramientas imprescindibles para enfrentar esta enfermedad. Con la colaboración de profesionales de la salud, investigadores y familias, se puede avanzar hacia un futuro donde la demencia con cuerpos de Lewy sea reconocida y tratada con la seriedad que merece.