Los síntomas de demencia que se pueden notar mientras cocinas

Los síntomas de demencia que se pueden notar mientras cocinas

Casi un millón de personas en España sufren demencias, siendo el Alzheimer el porcentaje más destacado, de ahí la importancia de reconocer las primeras señales

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud HACE 9 HORAS

En un mundo donde la cocina es a menudo un refugio y un lugar de expresión personal, la noticia sobre los síntomas tempranos de demencia que se pueden manifestar en este espacio familiar es alarmante y relevante. A menudo, se asocia el Alzheimer y otras demencias con síntomas drásticos y evidentes, como la pérdida de memoria severa o la incapacidad para comunicarse. No obstante, la Alzheimer’s Society ha destacado dos señales sutiles que pueden surgir en la cocina, un ambiente que todos conocemos bien.


La primera señal es la dificultad inexplicable para seguir recetas que una persona ha preparado durante años. Imagina que alguien, que siempre ha sido un(a) excelente cocinero(a), de repente comienza a cometer errores inusuales, como calentar una olla vacía o usar azúcar en lugar de sal. Este tipo de despistes podría ser un indicativo de que algo más serio está ocurriendo a nivel cognitivo. La cocina, un lugar donde la memoria y la creatividad se entrelazan, puede convertirse en un campo de pruebas para identificar los primeros signos de deterioro.


La segunda señal, también crucial, es la disminución del olfato. Este sentido, tan fundamental para disfrutar de la comida y para cocinar adecuadamente, puede verse afectado cuando las capacidades mentales comienzan a deteriorarse. La pérdida del olfato puede ser un síntoma no solo de demencia, sino de otros trastornos neurológicos. Así, en el acto de cocinar, una persona podría no solo perder la habilidad de seguir una receta, sino también la conexión esencial con los aromas que hacen que el acto culinario sea gratificante.


Es importante enfatizar que no todos los olvidos menores o errores en la cocina indican un problema de demencia, especialmente en un entorno que puede estar lleno de distracciones. Estrés, interrupciones y la omnipresencia de dispositivos electrónicos pueden contribuir a despistes momentáneos. Por ello, es crucial mantener la perspectiva y no saltar a conclusiones precipitadas sobre la salud mental de alguien solo por un par de errores en la cocina.


La cocina no debe verse como un lugar prohibido para quienes están experimentando un deterioro cognitivo. En cambio, este espacio puede seguir siendo un lugar de alegría y conexión, siempre que se tomen ciertas precauciones. Hablar abiertamente con un neurólogo sobre las capacidades actuales y las actividades que se pueden continuar es fundamental. Cada caso es único, y las decisiones sobre la cocina deben adaptarse a las necesidades y capacidades individuales.


Los expertos sugieren que seguir disfrutando de la cocina puede ser beneficioso, siempre y cuando se implementen algunas estrategias. Por ejemplo, tener recetas escritas y bien organizadas, usar temporizadores para evitar la sobrecocción y minimizar las distracciones durante la preparación de la comida son algunas de las sugerencias útiles. Estas pequeñas adaptaciones pueden ayudar a mantener la independencia y el disfrute de la cocina mientras se navega por el desafío del deterioro cognitivo.


Además, la cocina ofrece una gran oportunidad para socializar y conectarse con otros. Cocinar en compañía puede ser tanto terapéutico como útil, ya que permite compartir la carga de la tarea y disfrutar de la interacción. En este sentido, la cocina puede transformar el acto de preparar una comida en una experiencia compartida, donde el apoyo mutuo se convierte en una herramienta valiosa.


Finalmente, la importancia de la detección temprana de los síntomas de demencia no puede ser subestimada. Mantenerse alerta a las pequeñas señales que puedan surgir en un contexto cotidiano como la cocina puede ser trascendental. Al reconocer estas alertas, se abre la puerta a la intervención y el apoyo adecuados, lo que puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.


En un momento donde la conciencia sobre la salud mental está en aumento, es esencial que todos estemos informados y preparados para reconocer estos signos tempranos. La cocina, lejos de ser solo un lugar para preparar alimentos, puede ser un escenario crucial para entender y atender los cambios que pueden afectar a nuestros seres queridos.

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