Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, se ha llegado a la conclusión de que el uso de antibióticos no está vinculado a un aumento del riesgo de demencia o deterioro cognitivo en personas mayores. Este hallazgo ofrece una perspectiva tranquilizadora en un contexto donde la preocupación sobre el impacto de estos medicamentos en la salud mental ha ido en aumento. El estudio analizó un grupo de 13,571 personas mayores de 70 años que se encontraban en condiciones de salud óptimas, es decir, libres de enfermedades cardíacas, demencia o discapacidades físicas graves. A lo largo de dos años, se monitoreó el uso de antibióticos en estos individuos, encontrando que el 63% había consumido al menos una receta en ese tiempo. Este dato es relevante, ya que los antibióticos son comúnmente recetados a la población mayor, lo que podría generar inquietudes sobre sus efectos a largo plazo en la salud cognitiva. Los participantes se dividieron en dos grupos según su consumo de antibióticos: aquellos que los utilizaron y aquellos que no. Además, se clasificaron con base en la cantidad de recetas recibidas. Esta metodología permitió a los investigadores evaluar si un mayor uso de antibióticos correlacionaba con un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Durante el seguimiento de cinco años posterior al periodo inicial, se documentó que 461 participantes desarrollaron demencia y 2,576 presentaron algún grado de deterioro cognitivo. Sin embargo, al analizar los datos, los investigadores encontraron que no existían diferencias significativas en las habilidades de pensamiento y memoria entre los grupos que usaron y no usaron antibióticos. Los investigadores emplearon una serie de pruebas cognitivas que evaluaron aspectos como la atención, la función ejecutiva y las habilidades lingüísticas. Las pruebas se realizaron al inicio del estudio, luego al año y cada dos años después. A pesar de los temores previos sobre el impacto negativo que el uso de antibióticos podría tener en la cognición, los resultados indicaron una ausencia de asociación entre el uso de estos medicamentos y un deterioro cognitivo progresivo. Andrew T. Chan, el autor principal del estudio, subrayó que, a pesar de las preocupaciones sobre la posible alteración del microbioma intestinal por parte de los antibióticos, estos hallazgos son alentadores. El microbioma intestinal ha demostrado ser fundamental para la salud general y potencialmente la función cognitiva, lo que aumenta la relevancia de entender el impacto de los antibióticos. No obstante, el estudio también presenta limitaciones. El periodo de seguimiento, aunque significativo, fue relativamente corto, lo que impide a los investigadores hacer afirmaciones categóricas sobre los efectos a largo plazo del uso de antibióticos en las funciones cognitivas de los adultos mayores. A medida que la población envejece, la necesidad de estudios más amplios y prolongados se vuelve evidente para evaluar completamente el impacto de estos medicamentos. La investigación ha sido recibida con interés en la comunidad médica y científica, ya que contribuye a la comprensión del papel de los antibióticos en la salud cognitiva de las personas mayores. A medida que se continúe investigando, es fundamental que los médicos y pacientes mantengan una comunicación abierta sobre el uso de antibióticos y su relación con la salud general. Por último, estos resultados destacan la importancia de continuar investigando en el campo de la geriatría, donde la salud física y cognitiva de los pacientes está intrínsecamente interrelacionada. Al disipar algunas de las preocupaciones sobre el uso de antibióticos, se abre la puerta a un enfoque más informado y equilibrado en el tratamiento de las infecciones en la población mayor.