La acumulación de microplásticos en el cerebro podría constituir un factor de riesgo de demencia

La acumulación de microplásticos en el cerebro podría constituir un factor de riesgo de demencia

Una investigación ha encontrado grandes concentraciones de partículas plásticas en el cerebro de personas con demencia, lo que sugiere un posible vínculo entre

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 14.02.2025

La creciente preocupación por la contaminación por microplásticos ha tomado un nuevo giro, con un estudio reciente que sugiere que estas diminutas partículas podrían estar acumulándose en el cerebro humano y, potencialmente, representar un factor de riesgo para el desarrollo de demencia. La investigación, publicada en la revista Nature Medicine, ha revelado hallazgos inquietantes sobre cómo los microplásticos afectan nuestra salud, lo que plantea preguntas serias sobre el impacto de este tipo de contaminación en la función cognitiva.


La contaminación por microplásticos se ha convertido en un fenómeno omnipresente, alcanzando rincones de nuestro medio ambiente que antes se consideraban protegidos. Cada año, se estima que un individuo ingiere entre 78,000 y 211,000 partículas de microplásticos, que han sido detectadas en varios tejidos humanos, incluyendo la sangre, los testículos y la placenta. Sin embargo, lo que se ha observado recientemente es que estas partículas pueden estar teniendo un impacto aún más profundo en el cerebro.


El estudio analizó muestras de tejido cerebral, hígado y riñón donadas post-mortem en Nuevo México entre 2016 y 2024. A través de este análisis, los investigadores encontraron que la concentración de microplásticos en el cerebro era notablemente superior a la que se registró en el hígado y los riñones, órganos que ya mostraban niveles alarmantes de contaminación. Este hallazgo sugiere que el cerebro puede ser un reservorio significativo para estas partículas perjudiciales, un aspecto que se había pasado por alto en investigaciones anteriores.


Además, el estudio reveló que las muestras de hígado y cerebro recolectadas en 2024 mostraban niveles más altos de microplásticos en comparación con las de 2016. Esto indica que la exposición a estas partículas puede estar en aumento, lo que genera una preocupación adicional sobre el potencial efecto a largo plazo de esta contaminación en la salud pública.


Uno de los aspectos más perturbadores del estudio es la relación observada entre la acumulación de microplásticos y el diagnóstico de demencia. Las muestras de individuos diagnosticados con esta enfermedad mostraron concentraciones de microplásticos hasta diez veces mayores que las de personas sin la condición. Esta correlación plantea la posibilidad de que existan vínculos entre la exposición a microplásticos y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, aunque los investigadores advierten que no se puede establecer una relación causal directa en este momento.


El material predominante encontrado en las muestras fue el polietileno, un tipo de plástico ampliamente utilizado en empaques y productos de consumo diario. Esto pone de manifiesto la ubiquidad de los microplásticos en nuestra vida cotidiana y la necesidad de considerar medidas para reducir su presencia en el medio ambiente.


Los autores del estudio enfatizan que, aunque los hallazgos son preocupantes, no hay evidencia concluyente que indique que los microplásticos sean la causa de la demencia. Podría ser que la enfermedad altere el metabolismo del cerebro o afecte su capacidad de eliminar estas partículas, lo que, a su vez, incrementaría su acumulación en el tejido cerebral.


Sin embargo, la evidencia sugiere que el cerebro es un punto crítico para la acumulación de microplásticos, más que otros órganos. Esto refuerza la necesidad de realizar investigaciones adicionales para comprender la naturaleza de esta asociación y su impacto en la salud cognitiva humana.


A medida que se acumulan los datos sobre el impacto de los microplásticos en nuestro bienestar, los expertos insisten en que es esencial actuar. La comprensión de esta forma de contaminación y sus efectos potenciales es crucial para el desarrollo de políticas de salud pública que busquen proteger a las generaciones futuras de este creciente problema ambiental.


En resumen, la investigación sobre la relación entre microplásticos y demencia subraya la urgencia de adoptar medidas más efectivas para abordar la contaminación plástica en nuestro entorno. Es un llamado a la acción no solo para los científicos, sino también para los gobiernos y la sociedad en su conjunto, para que comprendan el alcance de esta amenaza y trabajen juntos en busca de soluciones. Con el futuro de nuestra salud en juego, el momento de actuar es ahora.

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