Rutinas diarias: hábitos que afectan tu bienestar emocional y mental según Harvard

Rutinas diarias: hábitos que afectan tu bienestar emocional y mental según Harvard

La universidad asegura que las rutinas diarias influyen más de lo que parece en la salud emocional.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Salud 14.02.2025

Las rutinas diarias son una parte fundamental de nuestra existencia, con un impacto que muchas veces pasa desapercibido, pero que afecta profundamente nuestro bienestar emocional y mental. Expertos de la Universidad de Harvard han puesto de manifiesto cómo ciertos hábitos cotidianos pueden perjudicar nuestro cerebro, y la urgencia de identificarlos y modificarlos es más relevante que nunca. Esta advertencia se convierte en una llamada a la acción para aquellos que buscan mejorar su calidad de vida y fortalecer su resiliencia emocional.


Uno de los hábitos más comunes que se menciona es el consumo excesivo de cafeína. Aunque muchas personas recurren a la cafeína para mantenerse alerta y activa, los expertos advierten que un consumo superior a 400 mg al día puede traer consigo efectos adversos. La cafeína, en cantidades elevadas, no solo puede provocar insomnio y ansiedad, sino que también altera los niveles de colesterol, afectando a la salud cardiovascular. Este hábito, aparentemente inofensivo, puede tener repercusiones significativas en nuestro equilibrio emocional.


La dependencia de la tecnología, especialmente al despertar, también se ha convertido en una rutina dañina para muchos. Revisar el teléfono móvil nada más abrir los ojos puede disparar los niveles de ansiedad y, sorprendentemente, afectar la creatividad. Los especialistas sugieren que evitar la exposición temprana a las pantallas es crucial para comenzar el día de manera más tranquila. Establecer una rutina matutina sin dispositivos podría facilitar una mejor regulación emocional y preparar el terreno para un día más productivo.


Otro aspecto que ha sido objeto de estudio es la exposición a sonidos elevados, como escuchar música a alto volumen. Aunque la música puede ser una fuente de placer y relajación, los daños auditivos irreversibles son un riesgo real. La sobrestimulación del cerebro debido a ruidos fuertes puede dificultar la concentración. Los expertos recomiendan hacer pausas frecuentes y utilizar auriculares con cancelación de ruido para mitigar estos efectos.


Además, la falta de luz solar se ha relacionado con un estado de ánimo deteriorado. Pasar mucho tiempo a oscuras no solo impacta negativamente la producción de serotonina, neurotransmisor clave para el bienestar emocional, sino que también puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Salir al exterior y disfrutar de la luz natural, incluso por breves períodos, puede ser una forma efectiva de combatir problemas emocionales y mejorar la salud general.


El diálogo interno es otro factor crucial que puede influir en nuestra salud mental. Los pensamientos negativos constantes son dañinos y pueden contribuir al estrés, la ansiedad y la depresión. La clave es reducir estas voces autocríticas y promover un enfoque más amable y compasivo hacia uno mismo. Trabajar en la autocompasión no solo mejora la salud mental, sino que también fomenta un ambiente interno más positivo y alentador.


El sueño, ya sea en exceso o en deficiencia, también juega un papel determinante en nuestro estado emocional. Dormir menos de las horas recomendadas afecta la memoria y el aprendizaje, mientras que dormir más de nueve horas puede tener un efecto similar en la concentración, incrementando el riesgo de desarrollar ansiedad o depresión. Una rutina de sueño saludable es, por tanto, esencial para un equilibrio emocional adecuado.


El fenómeno del "doomscrolling", o la tendencia a consumir contenido alarmante de manera compulsiva, ha cobrado fuerza en la era digital. Esta sobreexposición a noticias negativas puede generar un estado constante de alerta, que agudiza el estrés y los pensamientos catastróficos. Los especialistas aconsejan establecer límites en el consumo de información para proteger nuestra salud mental.


Por último, la falta de interacción social se ha identificado como un factor que acelera el deterioro cognitivo y afecta la salud mental. El aislamiento no solo priva a las personas de la conexión humana, sino que también limita el estimulo de áreas del cerebro relacionadas con la comunicación y el aprendizaje. Fomentar las interacciones, incluso las más breves, puede tener un impacto positivo en nuestro estado de ánimo y bienestar general.


En conclusión, reconocer y ajustar estos hábitos nocivos puede ser un primer paso vital hacia un equilibrio emocional más sólido y, en última instancia, una vida más plena y saludable. La investigación de Harvard resalta la importancia de cuidar de nuestro cerebro y nuestras emociones, elementos que son esenciales para enfrentar los desafíos diarios con resiliencia y optimismo.

Ver todo Lo último en El mundo