El aceite de oliva: el aliado contra la demencia que mejora la salud cerebral

El aceite de oliva: el aliado contra la demencia que mejora la salud cerebral

El aceite de oliva es un ingrediente clave de la dieta mediterránea, repleto de antioxidantes que protegen nuestras células cerebrales.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 19.12.2024

La conexión entre la alimentación y la salud cerebral ha captado la atención de investigadores y nutricionistas en las últimas décadas. A medida que la población envejece, el interés en encontrar formas de prevenir enfermedades neurodegenerativas como la demencia se ha intensificado. En este contexto, un alimento de origen español ha emergido como un aliado poderoso: el aceite de oliva. Este ingrediente fundamental de la dieta mediterránea, que se encuentra en la mayoría de los hogares, no solo es un deleite culinario, sino también un potencial protector contra la demencia.


Los beneficios de la dieta mediterránea son amplios y bien documentados. Desde la mejora de la salud cardiovascular hasta la reducción del riesgo de obesidad y diabetes tipo 2, esta dieta ha demostrado ser un enfoque eficaz para promover el bienestar general. En particular, el aceite de oliva se ha destacado por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para proteger las células cerebrales. Según la dietista Rachel Berman, si solo pudiéramos elegir un alimento de esta dieta, debería ser el aceite de oliva, destacando su importancia en una alimentación saludable.


Investigaciones recientes han arrojado luz sobre el impacto del aceite de oliva en la salud cognitiva. Un estudio realizado en 2015 en la revista JAMA sugiere que incorporar aceite de oliva en la dieta puede ayudar a contrarrestar el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Esta investigación pone de manifiesto el papel preventivo que pueden desempeñar las grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, en la lucha contra la demencia.


Implementar cambios sencillos en nuestra alimentación puede tener efectos significativos en nuestra salud cerebral. La recomendación de consumir solo dos cucharaditas de aceite de oliva al día se ha respaldado por un estudio que abarcó 28 años y más de 4,000 participantes. Aquellos que siguieron esta recomendación tenían un 28% menos de probabilidades de morir de demencia. Este hallazgo resalta la importancia de este simple ingrediente en nuestra dieta diaria, independientemente de otros factores de riesgo como la predisposición genética.


La neuróloga y neurocientífica Shaheen Lakhan refuerza esta idea al señalar que el efecto protector del aceite de oliva sobre el cerebro, más allá de la dieta y la genética, resalta sus beneficios únicos. Esta perspectiva es fundamental, ya que sugiere que incluso aquellos que pueden estar en mayor riesgo de desarrollar demencia pueden beneficiarse de su consumo regular.


Además, el estudio Prevención con Dieta Mediterránea de Predimed, coordinado por Ramón Estruch, ha añadido más peso a la discusión. Este estudio, que involucró a 7,000 personas, concluyó que la cantidad ideal de aceite de oliva que se debe consumir diariamente es de aproximadamente 40 mililitros, equivalentes a 37 gramos. Este dato proporciona una guía práctica para quienes desean incorporar este alimento en su dieta de manera efectiva.


La cuestión que ahora se plantea es cómo se puede impulsar el consumo de aceite de oliva en la sociedad. Si bien muchos hogares ya cuentan con este ingrediente, es vital educar a las personas sobre sus beneficios y cómo integrarlo en sus comidas diarias. Desde aliños hasta guisos, el aceite de oliva puede ser un componente versátil en la cocina, lo que facilita su inclusión en las comidas cotidianas.


Además de su impacto en la salud cerebral, el aceite de oliva también ofrece beneficios para el sistema inmunitario y la salud ósea. La riqueza en antioxidantes y polifenoles que proporciona enriquece nuestra dieta, lo que subraya la importancia de adoptar hábitos alimenticios saludables no solo por estética, sino también por salud a largo plazo.


La evidencia es clara: el aceite de oliva es más que un simple condimento; es un poderoso aliado en la lucha contra la demencia y otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Con un enfoque consciente y una ligera modificación en nuestros hábitos alimenticios, todos podemos aprovechar las ventajas que este oro líquido tiene para ofrecer. La salud cerebral puede estar tan cerca como la próxima cucharada de aceite de oliva que decidamos añadir a nuestra comida.

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