Descubrimiento clave en memoria podría revolucionar tratamientos para Alzheimer

Descubrimiento clave en memoria podría revolucionar tratamientos para Alzheimer

Este estudio responde una de las grandes preguntas en la neurociencia: cómo moléculas que solo tienen una duración de horas o días pueden sostener recuerdos que permanecen por semanas o incluso años.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 13.09.2024

Un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Nueva York ha realizado un descubrimiento que podría cambiar el enfoque del tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Su investigación, publicada en la revista Science Advances, revela una interacción molecular clave que ayuda a mantener los recuerdos a lo largo de los años. Este hallazgo no solo promete revolucionar el entendimiento de la memoria, sino que también podría abrir nuevas puertas hacia tratamientos que mejoren la cognición en pacientes que sufren de pérdidas de memoria.


La clave de esta investigación es la molécula KIBRA, que, según los científicos, se une a la proteína PKMzeta para reforzar las conexiones neuronales a largo plazo. Esta interacción asegura que, a pesar del recambio constante de las proteínas en el cerebro, los recuerdos pueden persistir. El estudio plantea que, al bloquear esta interacción, se afecta la memoria espacial, aunque no la transmisión sináptica normal, lo que sugiere que estos mecanismos son específicos para el almacenamiento a largo plazo de recuerdos.


Todd Sacktor, el autor principal del estudio, explica que durante la formación de la memoria, KIBRA se posiciona en las sinapsis activadas mientras que PKMzeta se adhiere a ella, creando un vínculo que mantiene viva la memoria. Este proceso ha sido examinado en ratones, y los resultados indican que la alteración de la interacción entre ambas proteínas puede tener efectos significativos en la memoria.


El Alzheimer, una de las enfermedades más devastadoras que afecta a millones de personas en todo el mundo, interfiere no solo en la capacidad de almacenar nuevos recuerdos, sino también en la recuperación de los antiguos. Con este nuevo descubrimiento, la interacción de KIBRA y PKMzeta podría ofrecer una nueva esperanza para aquellos que sufren de esta enfermedad. Sacktor destaca que el mecanismo descubierto podría permitir que los recuerdos se mantengan durante años, incluso a pesar de que las proteínas que los sustentan sean reemplazadas.


Este hallazgo también resuelve una pregunta que ha intrigado a científicos desde hace décadas. En 1984, Francis Crick, uno de los codescubridores del ADN, propuso que los recuerdos podrían mantenerse a largo plazo a través de un "recambio molecular". Sacktor ilustra esta idea al compararla con la Paradoja de Teseo, donde un barco puede ser restaurado parte por parte, pero sigue siendo el mismo. Así, aunque las proteínas KIBRA y PKMzeta son efímeras, su interacción permite que los recuerdos se preserven.


El descubrimiento de Sacktor y su equipo podría ser un avance significativo en la neurociencia moderna. La posibilidad de que las interacciones moleculares puedan ser manipuladas para restaurar la función cognitiva en personas con Alzheimer abre un panorama de investigación prometedor. Esto no solo implica un potencial en el tratamiento de la enfermedad, sino que también plantea preguntas sobre cómo se pueden abordar los trastornos de memoria en general.


Los próximos pasos en esta investigación son cruciales. Los científicos planean ahondar en el papel que KIBRA y PKMzeta desempeñan en el cerebro humano, con la intención de explorar cómo estos hallazgos pueden ser aplicados a terapias que restauren la memoria. Sin embargo, Sacktor advierte que queda un camino por recorrer para entender plenamente cómo manipular este proceso sin provocar efectos secundarios indeseados.


Además, la posibilidad de utilizar estas proteínas para mejorar o incluso eliminar recuerdos plantea cuestiones éticas que deben ser consideradas cuidadosamente. En un mundo donde la memoria juega un papel fundamental en la identidad y la experiencia personal, decidir qué recuerdos preservar o modificar no es solo un desafío científico, sino también moral.


En conclusión, el descubrimiento de la interacción entre KIBRA y PKMzeta es un paso adelante en la comprensión de la memoria y su duración. Si bien aún queda mucho por investigar, este avance podría representar un rayo de esperanza para quienes enfrentan las devastadoras consecuencias del Alzheimer y otros trastornos relacionados con la memoria. La comunidad científica seguirá de cerca estos desarrollos, con la esperanza de que se traduzcan en tratamientos efectivos y éticamente responsables en el futuro.

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