
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




Wall Street ha experimentado una nueva jornada de notables caídas, continuando la tendencia bajista que ha dominado el ambiente financiero en las últimas semanas. El índice S&P 500, uno de los principales barómetros del mercado, ha confirmado que se encuentra en una fase de corrección, tras el impacto negativo que ha tenido la escalada de la guerra comercial liderada por el expresidente Donald Trump. Esta situación ha generado un clima de incertidumbre que se ha visto exacerbado por los recientes datos de inflación que, aunque mostraban un enfriamiento, han sido eclipsados por el temor a que las tensiones comerciales reaviven el aumento de precios y arrastren a la economía estadounidense hacia una recesión. Los tres principales índices bursátiles de Estados Unidos han sido arrastrados a la baja por una ola masiva de ventas. Las acciones tecnológicas, en particular, han sufrido un duro golpe, siendo el índice Nasdaq el más afectado. Esta tendencia ha llevado a muchos analistas a señalar que el sentimiento en el mercado es uno de los más negativos que se han visto en años. Mike Dickson, responsable de análisis de Horizon Investments, comentó que «el sentimiento es terrible» y que los continuos titulares sobre aranceles están afectando gravemente la confianza de los inversores. Los datos más recientes indican que el S&P 500 cerró más de un 10% por debajo de su máximo histórico, lo que subraya una tendencia de corrección que comenzó en febrero. El Nasdaq, por su parte, también ha confirmado su corrección, cerrando un 10,4% por debajo de su máximo alcanzado en diciembre del año pasado. Esta caída en los índices bursátiles refleja el desasosiego de los inversores ante la posibilidad de que la guerra comercial se intensifique, afectando así a las empresas que dependen del comercio internacional. En un reciente giro en la guerra comercial, la Unión Europea ha respondido a los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre el acero y el aluminio con un nuevo impuesto del 50% sobre las exportaciones de whisky estadounidense. Este movimiento ha llevado al expresidente Trump a publicar una amenaza en su plataforma Truth Social, indicando que consideraría imponer un arancel del 200% sobre las importaciones de vinos y licores europeos. El ciclo de represalias entre ambas potencias económicas parece no tener fin, y las consecuencias se están sintiendo en el mercado. A pesar de los datos del índice de precios a la producción (IPP) que sugieren un descenso en la inflación, el ambiente sigue siendo tenso. Los inversores esperaban que los números más fríos confirmaran la tendencia hacia el objetivo del 2% de inflación establecido por la Reserva Federal, pero el contexto de la guerra comercial agrega un nivel adicional de complejidad a la situación económica. La Reserva Federal enfrenta el desafío de equilibrar el crecimiento económico mientras lidia con las tensiones inflacionarias. Además de la guerra comercial, los mercados están atentos a la situación política en el Capitolio. Los legisladores están trabajando contrarreloj para aprobar un proyecto de ley de gastos provisional que evite un cierre parcial del Gobierno, un evento que podría tener repercusiones significativas para la economía. Esta incertidumbre política se suma a la presión sobre los índices bursátiles y afecta la toma de decisiones de los inversores. En cifras concretas, se reporta que el índice S&P 500 perdió 77,74 puntos, un 1,39%, cerrando en 5.521,56 puntos. Por otro lado, el índice Nasdaq Composite cayó 343,77 puntos, un 1,95%, alcanzando 17.304,68 puntos. Asimismo, el índice Dow Jones se vio afectado, cayendo 537,67 puntos, un 1,30%, y situándose en 40.813,26 enteros. Estos números evidencian la magnitud de las pérdidas diarias y la desconfianza que permea en el ambiente económico. No obstante, no todo son malas noticias en el ámbito corporativo. La compañía Intel logró un repunte en sus acciones tras anunciar el nombramiento de Lip-Bu Tan como nuevo consejero delegado. Este cambio en el liderazgo podría ser un alivio para la empresa, que ha estado bajo presión en un sector tecnológico cada vez más competitivo. En resumen, Wall Street enfrenta un periodo complicado, marcado por la incertidumbre de la guerra comercial y la inestabilidad política. La posibilidad de una recesión y la lucha por el control de la inflación continúan siendo los principales temas de preocupación. Los inversores observan de cerca estas dinámicas, y las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán determinantes para el rumbo de los mercados. La situación es un recordatorio de la interconexión entre política, comercio y economía, y cómo estos factores pueden influir en la salud de los mercados financieros.